Años atrás, Borho contactó Oscar Pastor, profesor del Departamento de Sistemas Informáticos y Computación de la Universidad Politécnica de Valencia. Este le contó una idea que tenia para la fabricación de software y Borho se dispuso a financiar su desarrollo, reservándose los derechos de comercialización. Se trataba de una spin off académica, un acuerdo de investigación entre universidad y empresa. Pastor reunió un consejo científico asesor compuesto por los profesores Brian Henderson-Sellers (COTAR, Sydney -Australia), Stephen Liddle, (Univ. Brigham Young, Utah – Estados Unidos), Röel Wieringa (Univ. Twente – Holanda), Jean Vanderdonckt (Univ. Católica de Lovaina – Bélgica), Heinrich Mayr (Univ. Klagenfurt – Austria), y Miguel Katrib (Univ. La Habana – Cuba).
Ocho años después y medio millón de horas de ingeniería dieron como resultado el primer sistema de programación completamente automático, un software que asume todo el trabajo y únicamente deja en manos del ser humano las tareas creativas. El invento que supone una revolución tecnológica, ha sido bautizado como OlivaNova Model Execution System, “La Máquina de Programar”. Se trata de un sistema que produce el software en un tiempo entre 12 y 47 veces inferior al de los sistemas semi-automáticos. Además, permite el desarrollo de aplicaciones informáticas a medida en la mitad de tiempo, con la mitad de coste y con mucha más calidad. Los errores se reducen a una decimoquinta parte, prácticamente se elimina el factor del fallo humano ya que una máquina no comete faltas.
El sistema, que ha sido patentado en EE UU para evitar posibles plagios de los grandes fabricantes, puede reducirse en un principio sencillo: el cliente describe al analista informático cuáles son sus necesidades, éste formula el problema en el tradicional lenguaje UML (Unified Modelling Language) y el nuevo sistema produce en un par de minutos el programa solicitado.
La consultora Gartner comparó OlivaNova con productos similares y concluyó que era entre 20 y 47 veces más rápido que el resto.
Para la comercialización del sistema, Borho ha creado la empresa IntegraNova, que cuenta ya con oficinas en Madrid, Valencia, Denia (Alicante), San Francisco (USA), Munich y Düsseldorf.