El capitán de uno de los barcos que ha entrado de forma deliberada en la zona de exclusión del bloqueo naval sobre Gaza ha declarado: «No opondremos resistencia ni siquiera les miraremos a los ojos». Esta afirmación ha servido de punto de partida para una reflexión crítica del experto en seguridad Jesús Belenguer, quien alerta sobre la difusión de consejos de autoprotección que, lejos de ayudar, pueden incrementar el riesgo si no se entienden dentro del contexto adecuado.
Belenguer pone en duda el extendido consejo de no mirar a los ojos de un agresor —ya sea un atracador, un secuestrador o un agente armado en un entorno de control policial o militar— al considerarlo un error conceptual con implicaciones potencialmente graves.
«El consejo de no mirar a los ojos de un delincuente durante un atraco o un secuestro es dudoso y en ambiente internacional completamente falso. Lo mismo se puede decir de los controles policiales o militares», afirma con contundencia.
La razón más común para evitar el contacto visual durante una situación violenta suele estar relacionada con la idea de no provocar al agresor. Sin embargo, el experto precisa que esto solo debería hacerse si el propio agresor lo exige explícitamente. En ausencia de esta condición, mantener el contacto visual puede ser crucial para comprender correctamente las instrucciones, algo especialmente importante en momentos de alta tensión, donde los malentendidos pueden desencadenar reacciones fatales.
Además, cuando se trata de actuaciones policiales o militares, Belenguer advierte que los agentes necesitan ver los ojos de los individuos para poder interpretar adecuadamente su conducta y prever posibles amenazas. En este contexto, mirar a los ojos no es un acto de desafío, sino una herramienta clave para la comunicación no verbal.
«Debe seguir las instrucciones para evitar desencadenar una reacción defensiva», subraya, y añade que la comprensión debe primar por encima de todo. El contacto visual, lejos de ser un reto, puede ser parte esencial de la interacción en situaciones críticas.
El experto enfatiza que muchos consejos de seguridad ampliamente difundidos carecen de validez por una razón fundamental: la ausencia de contexto. El problema no reside tanto en el consejo en sí, sino en su aplicación indiscriminada, sin un análisis previo de las circunstancias concretas.
«Siempre que reciba un consejo de seguridad debe cuestionarlo; la mayoría son falsos o erróneos debido a la falta de contexto», advierte. Incluso este mismo consejo que comparte, reconoce, debe ser puesto en entredicho, ya que su correcta interpretación depende de múltiples factores que podrían no haber sido comunicados adecuadamente o ser mal entendidos por el receptor.
Por todo ello, insiste en que la única manera efectiva de adquirir conocimientos en autoprotección es a través de un proceso de formación estructurado, riguroso y guiado por profesionales.
Como ejemplo práctico, Belenguer remite a una recomendación específica sobre cómo actuar en un control policial fuera del territorio europeo, disponible en este enlace, y adelanta que en una próxima ocasión abordará una curiosidad significativa: por qué esa misma recomendación no incluye apagar la radio, un detalle que —según indica— revela aspectos relevantes sobre el funcionamiento real de la seguridad en estos entornos.
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2025). ChatGPT (versión 2025-10-02). OpenAI)