+Y si el cangrejo de Wisconsin contiene un gen que es la clave de una línea evolutiva? Nunca lo sabremos y +cuántos habrá de esos casos? No quedarán ni los fósiles del simpático artrópodo fluvial, porque es una especie que ha tenido la mala suerte de ser contemporánea del ½homo sapiens+, quien precisamente está acabando con este pobre crustáceo.
Si como es previsible, en los próximos años desaparecen los últimos cangrejos de Wisconsin nunca sabremos si su mapa genético contenía un eslabón perdido pero podremos afirmar, sin duda, que se ha desequilibrado el ecosistema en el que habitaba y no sabremos cómo, ni cuándo, ni tan siquiera si, volverá a restablecerse ese equilibrio, pero tarde o temprano padeceremos las consecuencias y no sólo en Wisconsin.
De hecho no se saben cuántos cangrejos quedan. Y no sólo por la poca fauna fluvial que subsiste en el río Wisconsin, sino porque de todas las amenazas que padece el cangrejo, la peor es la indiferencia humana. Y con esa misma moneda pagará la naturaleza a la especie llamada ösapiens+. Porque cuando se acumulen desequilibrios en uno y otro ecosistema en todo el entorno del planeta del planeta, entonces, cuando sea demasiado tarde, las consecuencias repercutan en lo que entendemos por Humanidad, sea en su versión cultural (civilización) o en su aspecto más elemental (vida humana).
En la época, que nos ha tocado vivir, parece que lo único que interesa de una especie animal o vegetal es la capacidad que tenga dicha criatura de producir una sustancia susceptible de ser comercializada. Es lógica de una "civilización" basada en el mercado.
Los principios básicos de la Ecología (y digo de la Ecología, como ciencia, y no del Ecologismo, como doctrina) dicen que todos y cada uno de las especies animales y vegetales ocupan un "nicho ecológico" y cumplen con un mecanismo en la biodinámica de los ecosistemas. Algo así, como las piezas de un reloj: hay algunas que no son indispensables, pero todas son necesarias. Si se suprime una de estas (poco necesarias) el reloj seguirá funcionando pero seguramente adelantará o retrasará, o se parará antes de lo que sería normal.
Los ecosistemas son como relojes donde no conviene introducir piezas que les sean ajenas ni suprimir las que en ellos existen (especies autóctonas). La biosfera es el conjunto de ecosistemas que conforman el planeta Tierra (el único, hasta ahora, donde se ha demostrado que es posible la vida) y en los últimos cien años, la biosfera es equiparable más a una bomba de tiempo que a un reloj.
No hay especies inútiles. Todas tienen su función dentro de la biosfera. La desaparición de cualquiera de ellas, por acción humana, implica que la Naturaleza tenga que asumir un reto de sustitución que, en "condiciones normales" precisaría millones de años, y que, en consecuencia no podrá concluir con éxito.
Nunca antes el género humano había sido capaz de autodestruirse en su totalidad. La energía nuclear hoy nos permite ese extraño privilegio.
Tampoco antes de ahora la actividad humana había llegado tan lejos como para modificar el clima. Ese fue el sueño de los humanos durante muchos siglos, pero por desgracia la actual alteración de los ciclos climáticos es absolutamente descontrolada y totalmente indeseada.
Y todo ello se ha ido produciendo ante la total indiferencia cuando no ante el más supino desconocimiento de la inmensa mayoría de los autores de tales fenómenos, por eso, volviendo a la pregunta del principio +a quién le interesa la desaparición del cangrejo de Wisconsin?
La respuesta la tendremos más tarde o más temprano en nuestra propia casa, tanto si el cangrejo desaparece como si subsiste. Esto último sería la señal inequívoca de que el mundo ha tomado conciencia y ha cambiado hacia mejor +o no?