Un pajarito me ha dicho que este relativo adelanto está relacionado con los datos que se están obteniendo en las sucesivas encuestas, que parecen inferir que cuanto más tarden a celebrarse más puntos van a perder los actuales ocupantes del palacio de la plaza de Sant Jaume (lado montaña); que cuanto más tiempo tengan los voceros de la coalición en el gobierno para soltar el tipo de insidias, exabruptos, juicios de intención y otras cosas más raras todavía, como nos tienen un poco más acostumbrados día a día, fruto sin duda de un proyecto político agotado y del temblor de piernas que les da cuando ven según que cifras, más harán el ridículo y será peor.
En este alud de verdaderos esperpentos dialécticos sí coinciden últimamente los líderes de los dos partidos coligados, que han aprovechado las respectivas ôEscola dÆestiuö (Escuela de verano), en Planoles de la ConvergÞncia y en LÆAmpolla la de Unió, para hacer patente su caduca sagacidad política, impartiéndola a su gente (los únicos que aun son capaces de trag rsela toda sin ayuda alguna). Si lo hubiesen hecho a puerta cerrada, aun haciendo un mal servicio desde el punto de vista pedag¢gico, podr¡a haber pasado sin pena ni gloria, pero con la sed que tienen de salir casi en exclusiva por TV3, ha trascendido. Pere Esteve, aunque reconoci¢ que el candidato que les asusta tanto tiene potencial electoral, no se priv¢ de afirmar que ‘ste s¢lo vende humo, pero que puede provocar efectos de ilusi¢n y que esto es lo que aparece en las encuestas. Esa met fora del «humo» parece que la quiere convertir en un lema de campa_a y la va repitiendo cada vez que le parece que viene a cuento. Parece creer que si lo repite con suficiente asiduidad alguien se lo va a creer, y as¡ la gente, que es la que pronto va a sentenciar de forma definitiva la pol’mica manifestando su opini¢n en el sentido que estime m s conveniente, olvidar los muchos a_os que la ciudad de Barcelona le otorg¢ su confianza y le mantuvo como alcalde, y lo que, mal que les pese a los amigos de Esteve, fue el punto culminante del per¡odo, los Juegos Ol¡mpicos del 92.
Pero Duran Lleida no ha querido quedarse atr s, y, emulando los argumentos pasados de fecha de Esteve, se ha sacado de la manga ni m s ni menos que un peligro para Catalunya : que, habida cuenta que la mayor¡a de los catalanes vive en municipios gobernados por los socialistas, si Maragall ganara estas elecciones habr¡a en Catalunya un gobierno absoluto socialista. Cuando le vi decirlo en las noticias me pareci¢ que el hombre se lo cre¡a de verdad, y me hizo dudar : +ha enloquecido, o s¢lo es cinismo ? Porque yo, y supongo que nadie, no le vi en la oltima campa_a, hace apenas dos meses, pidiendo que, para evitar el riesgo representado por la misma clase de gobierno absoluto que dice temer, en este caso de CiU, la gente votase en las municipales a los candidatos de los otros partidos.
Que no se me enfaden, pero les recomiendo dejarse correr este chorro de genialidades con que nos vienen regalando los o¡dos y los ojos, por respeto a los ciudadanos que formamos el cuerpo electoral que, pueden estar seguros de ello, no somos ni mucho menos tan cretinos como parece que ellos nos conciben. Si no saben decir nada positivo para defender su posici¢n, podr¡an probar por lo menos a no decir memeces. Aun m s, yo en su lugar procurar¡a salir un poco menos a soltarlas por TV3. Su visualizaci¢n f¡sica podr¡a recordarle a m s de uno, a mi mismo sin ir m s lejos, un fragmento de unos versos que repart¡amos multicopiados los a_os sesenta (de tapadillo, por supuesto), acerca de un agravio contra los catalanes que, incluso en aquellos dif¡ciles tiempos, tuvo un buen nivel de respuesta ciudadana ; el que dec¡a : «…Galinsoga era muy calvo / calvo de tanto pensar / m s por mucho que pensara /…etc.»
ALOPECIA
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