El príncipe Carlos, heredero de la corona británica, pidió que se detenga la producción de alimentos transgénicos hasta que investigaciones independientes demuestren que no perjudican ni al medio ambiente ni a la salud humana.
El príncipe Carlos entró imprevistamente en la polémica que vive el Reino Unido sobre este tema, a través de un extenso artículo que publicó en el diario «The Daily Mirror».
Allí expresa su opinión de que «los alimentos transgénicos son innecesarios y potencialmente muy peligrosos». Criticó que los defensores de los transgénicos digan que ésta es la única posibilidad de dar de comer en el futuro a toda la humanidad.
En su artículo, Carlos de Inglaterra coincide con científicos y expertos británicos en el peligro de que las nuevas cosechas transgénica sean resistentes a los antibióticos, puedan generar toxinas y se conviertan en bombas de tiempo contra la naturaleza, el medio ambiente y la salud de los humanos.
La multinacional Monsanto, compañía que está a la vanguardia de la manipulación genética, ha respondido de inmediato al príncipe Carlos. En su comunicado la empresa dice que sus productos están avalados por años de experimentación y que pueden ser consumidos sin temor.
A principios de este año, representantes de la producción agropecuaria de toda América Latina se pronunciaron también contrarios a la utilización de semillas transgénicas.
En este caso no solo argumentaban razones ecológicas, sino la desventaja que significaría para los productores latinoamericanos la dependencia de los proveedores de este tipo de semillas.
Las opiniones del príncipe contradicen abiertamente la posición pública del Primer Ministro británico, Tony Blair, quien es partidario de la manipulación genética. Los productos y semillas transgénicas son elaborados en laboratorios con químicos que reemplazan a los elementos naturales que componen un alimento. (Euro/Qr/Pf/Ec/ap)
CARLOS DE INGLATERRA CONTRA LOS TRANSGéNICOS
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