Para un programador creativo la realización de un comercio virtual puede ser tan fascinante e inacabable como amplio sea su intelecto, pues puede abarcar cuantas facetas sea capaz de concebir. Los programas de la última gereración son auténticos e infatigables vendedores que conocen los gustos, intereses, capacidad económica y psicología de sus clientes. Están dotados de capacidades administrativas y contables, y pensados para que, desde un navegador corriente, cualquier persona sin conocimientos profundos pueda realizar cómodamente el mantenimiento del inventario, inaugurar la temporada de rebajas señalando, si es preciso, distintos descuentos para cada artículo, y hasta modificar el diseño o, lo que es lo mismo, renovar el escaparate de su tienda.
Pues es a él a quien se dirige, se tiende a realizar un tipo de programación que permite al comerciante, presuntamente inexperto en cuanto a temas de informática, manejar su tienda desde el navegador como lo haría desde el mostrador de su tienda real, rechazando, siempre que es posible, el uso del ftp, o, por supuesto, los cambios de cualquier genero sobre los cgi’s, utilizando, en su lugar plantillas, pies y cabeceras configurables a trav’s del navegador habitual.
Repasaremos brevemente la evoluci¢n de los sistemas habidos hasta ahora y, a continuaci¢n, se_alaremos coales son las posibilidades que nos ofrece actualmente el comercio virtual, teniendo en mente tanto las exigencias del comprador como las necesidades del vendedor.
TRES GENERACIONES DE VENTAS A TRAV¨S DE LA RED
A pesar de la corta historia del comercio electr¢nico ya nos es posible hablar de tres diferentes etapas en la evoluci¢n del software utilizado para su funcionamiento.
1.- Se empez¢ con un simple formulario HTML.
No estaba mal para los comienzos. Un simple formulario es capaz de recoger la orden y envi rsela por correo electr¢nico al vendedor. Sin embargo, cuando el nomero de productos a vender excede de tres o cuatro se hace imposible presentarlos, junto con sus descripciones y los datos del comprador, en una misma p gina.
2.- El siguiente paso fue el llamado carro de la compra.
La tienda puede presentar un nomero infinito de productos, cada uno de ellos en su propia p gina, y el cliente onicamente tiene que ir se_alando los que desea comprar. El sistema es capaz de calcular no s¢lo los precios totales sino tambi’n las tasas de env¡o, impuestos y cambio de moneda. Pero ‘sta es tan s¢lo una de las funciones realizadas por el software de oltima generaci¢n:
3.- La tercera generaci¢n nos presenta aut’nticos almacenes electr¢nicos con amplias funciones de administraci¢n y trato personalizado para cada cliente.
Sin necesidad de conocimientos de programaci¢n y con tan solo su habitual navegador el propietario es capaz de realizar todo tipo de tareas de actualizaci¢n de mercancia: a_adir, borrar u ocultar temporalmente productos, cambiar precios, establecer concursos, descuentos o promociones, recoger pedidos seguros, trabajar f cilmente con cuentas e inventarios existentes, e incluso manipular im genes.
+Es o no es fascinante?
Analicemos estos puntos detalladamente tanto desde el punto de vista del comprador como del vendedor.
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL COMPRADOR
Poco le importa al comprador el funcionamiento interno de tu tienda. Todo lo que desea (adem s de unos precios excelentes), es un dise_o atractivo, encontrar f cilmente lo que busca, un sistema que memorice por ‘l los art¡culos que le gustan segon recorre la tienda, la posibilidad de poderlos eliminar en cualquier momento si se arrepiente de su elecci¢n y, ante todo, la seguridad de que el nomero de su tarjeta de cr’dito est al menos tan seguro como cuando lo entrega en cualquier comercio de la calle.
El almacen virtual mantiene la informaci¢n de los productos en una base de datos que contiene campos tales como el nombre de cada art¡culo, un nomero identificativo que hace m s sencillas las tareas de mantenimiento, descripci¢n, precio, peso (para calcular los gastos de env¡o), fotograf¡a, tallas, colores, etc.
Las tiendas peque_as, hasta unos veinte productos, pueden tener suficiente con un meno en la p gina principal, a modo de escaparate, que, mediante enlaces de texto y/o fotos en miniatura, nos remita a p ginas individuales por cada uno de los art¡culos, pero cuanto m s elevado es el nomero de mercanc¡as que pretendemos vender m s sofisticada ha de ser la infraestructura de la tienda, con el fin de facilitarle al cliente sus bosquedas. Por ello, necesitaremos mostrar en nuestra p gina principal tanto un meno de categor¡as y subcategor¡as como un motor de bosqueda mediante palabras clave. Ya que contamos con una base de datos, la programaci¢n de este sistema de bosquedas es harto sencilla.
Como mencion bamos, la tienda debe permitir que el cliente elimine del carrito cualquier art¡culo, pero notemos tambi’n la necesidad de permitirle indicar la cantidad de unidades de un mismo art¡culo que desea borrar en caso de que lleve m s de uno; por ejemplo, en principio pudo incluir en el carrito dos Videos de «Dr cula» para regalarle uno de ellos a un amigo, pero en el oltimo momento decide que con uno de ellos tienen suficiente y desea eliminar el sobrante.
Una caracter¡stica que diferencia el software elemental del avanzado es la capacidad para indicar distintas variaciones de un mismo producto, por ejemplo, una camiseta con una misma imagen impresa puede ofrecer al cliente las siguientes variaciones: ser de algod¢n, de licra o de seda, en las tallas 40, 42, 44 y 46, en los colores verde, azul, rosa, rojo, etc. Naturalmente, esto no se hace mediante un onico e interminable listado, sino a trav’s de distintos menus desplegables cada uno de los cuales muestra las opciones de las caracter¡sticas mencionadas y en los que el cliente va escogiendo r pida y f cilmente. Por muchas variaciones que puedan existir de un mismo art¡culo cada uno de ellos tendr su propio nomero identificativo para facilitar la tarea al vendedor.
C-LCULOS
El software memoriza los art¡culos que el cliente ha puesto en el carrito. Una vez aqu’l est en disposici¢n de formalizar la compra, el sistema calcula el total a pagar, incluyendo los gastos de env¡o e impuestos, y tambi’n le puede informar de a cuanto asciende el importe en su propia moneda. Ya que nuestras tiendas se dirigen a poblico de todo el planeta, ‘stas son cuestiones realmente importantes.
Existen distintos modos para realizar el c lculo de las tasas, precio, peso total o cantidad de productos. Dada la complicaci¢n que supone el manejo de tantas tasas y gastos de env¡o diferentes, algunos vendedores prefieren desactivar estas funciones y a_adir tarifas exactas al total de la compra.
Calcular los costes internacionales puede ser especialmente complejo. Por ejemplo, los vendedores que han de pagar sus impuestos en Estados Unidos se encuentran con que las tasas aplicables no son las mismas para cada Estado y var¡an, adem s, con demasiada frecuencia para quien se encuentra con la tarea de actualizaci¢n de la base de datos. Para simplificar estos problemas algunos programas se conectan a la herramienta de c lculo r pido de UPS, para realizar c culos exactos en tiempo real sin temor a variaciones en las tasas.
TRANSACCIONES
Llega el momento de la verdad cuando el cliente tiene que completar la transacci¢n de modo seguro y eficiente. Por supuesto, el cliente dif¡cilmente enviar el nomero de su tarjeta de cr’dito si no dispones de un servidor seguro. Pero no hay problema, el software de oltima generaci¢n est dise_ado para trabajar con servidores seguros.
Un buen sistema no almacena el nomero de la tarjeta en parte alguna, sino que lo env¡a de inmediato a la central para su autorizaci¢n. As¡, en cuesti¢n de segundos la transacci¢n est cerrada y el vendedor no tiene que preocuparse m s que del env¡o de la mercanc¡a o de la ejecuci¢n del servicio.
Algunos sistemas sencillos simplemente reciben el nomero de la tarjeta y validan su numeraci¢n mediante un sencillo cgi que comprueba que la numeraci¢n introducida est dentro de los par metros utilizados por el emisor de la tarjeta (VISA, American Express, etc.). Esto onicamente evita que el sistema sea enga_ado con nomeros inventados, y es imprescindible cuando vendemos software o informaci¢n que entregaremos al cliente, v¡a email, ftp o acceso a zonas restingidas del web, en cuanto nos haya facilitado su nomero. El nomero de la tarjeta queda almacenado en el servidor, que a menudo ni siquiera es seguro (!!) o es enviado por correo al vendedor (!!!), quien tendr el trabajo extra de proceder a su autentificaci¢n. Como se ve, este sistema no es recomendable para ninguna de las partes.
Una vez aceptada la tarjeta de cr’dito el sistema mostrar al cliente una pantalla con el informe final de su compra y le enviar , poco despu’s, un correo inform ndole de que el proceso se ha realizado satisfactoriamente y su petici¢n est en curso.
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL VENDEDOR
Para el comerciante con escasos conocimientos de inform tica, la gran revoluci¢n se ha dado cuando se ha conseguido que todo el proceso de mantenimiento, actualizaci¢n y almacenaje pueda realizarse a trav’s de la sencilla interfaz de su navegador habitual.
NO CONFUNDIR LAS COMPRAS DE LOS CLIENTES
¨C¢mo lo evita el software cuando la tienda est llena de gente llenando sus carritos de distintas mercanc¡as todos a la vez?
1.- El uso de cookies es el m’todo m s eficiente, sin embargo, algunas personas consideran su utilizaci¢n una invasi¢n de su intimidad y las desactivan en su navegador, hecho que hay que tener en cuenta si no queremos desperdiciar posibles ventas.
El sistema m s fiable es la utilizaci¢n de cookies (peque_o archivo de texto que se guarda en el ordenador del comprador). Las cookies contienen un nomero que se le asigna al cliente en cuanto entra a la tienda. Cada vez que el cliente env¡a una orden solicitando que se agregue a su carrito algon art¡culo (o se elimine, etc.) el sistema se introduce en su pc para leer el nomero de la cookie y regresa al servidor, donde un archivo temporal espera esta informaci¢n.
El software que podr¡amos denominar excelente utiliza las cookies para reconocer a sus clientes en futuras visitas y poder servirles exactamente la informaci¢n que desean. Si en tu anterior visita compraste un par de libros de derecho ambiental, no tendr m s que consultar la cookie y acto seguido acudir a su base de datos de clientes para saberlo. En cuesti¢n de segundos te saludar con las oltimas novedades sobre esta especialidad, o con libros que ya exist¡an cuando les visitaste por oltima vez pero que se te «olvid¢» comprar. +Un buen ejemplo?: Amazon.com Books.
2.- La direcci¢n IP, generalmente temporal, que es asignada por el ISP cada vez que nos conectamos a Internet, puede identificar a cada comprador.
3.- Un nomero generado aleatoriamente que se asigna nada m s entrar a la tienda, se a_ade al URL y aparece en la barra de direcciones del navegador, aunque ‘ste cambie de p gina (como un campo oculto en un formulario).
Muy importante para el vendedor es el poder tener una base de datos de clientes lo m s completa posible, esto facilitar futuras ventas y, como dec¡amos, dar un trato m s personalizado a los antiguos clientes. El mejor software de este tipo mantiene una base de datos de clientes que puede ser utilizada para enviar informaci¢n a trav’s de correo electr¢nico sobre ventas y ofertas relacionadas con los campos de inter’s del cliente.
ADICION DE PRODUCTOS
El inventario de un almacen cambia continuamente. Modelos anteriores de software requer¡an trabajar directamente el html para cada producto, pero la oltima generaci¢n permite realizar cambios de cualquiera de estas dos maneras.
1.- Cambios directamente en la base de datos. Especialmente las tiendas grandes se benefician de la facilidad de poder trabajar directamente sobre la base de datos subi’ndola y baj ndola al servidor mediante ftp. Esto puede no ser tan c¢modo de usar como el trabajo sobre el navegador, pero para tiendas con algo m s que unos pocos cientos de productos es necesario.
Algon software que trabaja sobre Windows NT Server puede ser actualizado mediante Microsoft Access, bien directamente o bien a trav’s de ODBC. Si nuestro servidor es Unix, simplemente habr que realizar algunos cambios para usar comas o tabuladores como delimitadores.
2.- Mantenimiento basado en el navegador. El nuevo software permite mantener la base de datos de productos y el resto de opciones dirigidas al vendedor usando onicamente su habitual navegador. A trav’s de una contrase_a accederemos a las funciones de administraci¢n. El propietario puede a_adir productos, ocultarlos o cambiar precios con facilidad.
Las tiendas peque_as encontrar n esta funci¢n extremadamente atractiva. Pueden verse ejemplos en http://www.fenicios.com/tiendas.htm
A algunos almacenes les resultar m s c¢modo subir por ftp la inicial base de datos de productos y utilizar el navegador para las posteriores sesiones de mantenimiento.
VENTAS Y PROMOCIONES
Utilizando el navegador se puede, f cilmente, poner art¡culos de rebajas, moverlos a una p gina especial o establecer descuentos por volumen de compras.
GR-FICOS
La mayor parte del software permite subir y emplazar algunas im genes. Cada producto puede ser enlazado desde una miniatura, por ejemplo. Yahoo! Store crea autom ticamente miniaturas de las im genes de nuestros productos a las que a_ade gr ficos con los t¡tulos creados con la tipograf¡a y colores de nuestra elecci¢n.
INVENTARIOS
La mayor¡a del software m s barato carece de la capacidad para realizar inventarios. El software m s nuevo, realizado por compa_¡as que se dirigen a grandes corporaciones, ofrece ahora sistemas que integran mantenimiento de inventarios y balance de cuentas.
ACTUALIZANDO LA TIENDA
Antes era necesario utilizar el html para realizar alteraciones en las p ginas de la tienda, pero ya no. El nuevo software utiliza plantillas para generar p ginas web de acuerdo con los cambios que el propietario realice en la zona de administraci¢n sin tener necesidad de conocer html. Sin embargo, los almacenes mayores suelen utilizar p ginas web generadas din micamente (no existen en el servidor, sino que se crean cuando el visitante solicita contenidos concretos y, por lo general, desaparecen cuando ‘ste cierra la ventana). Aunque ‘stas no aparecen en buscadores ni directorios y tardan algo de tiempo en generarse, no son tan dif¡ciles de manejar como miles de p ginas web. Hasta aqu¡ este resumen de este rea, en pleno desarrollo, cuyo futuro se confunde con la ciencia ficci¢n.
Maria Angeles S nchez Goyanes