No creo que haga falta decir que mi ego, algo maltrecho estos últimos días por mor de la resaca electoral, ha recibido un reconstituyente importante, y aunque sólo fuera por eso ya debería darle las gracias al generoso comunicante (encima me ha puesto por las nubes). Por eso he lamentado, de verdad, haber tenido que contestarle que mi salud no me permite ese tipo de actividades. Hemos hablado unos momentos y he podido constatar por enésima vez algo ya sabido : que hay un montón de gente que nos interesamos por los asuntos colectivos desde fuera de los partidos y capaces de hacer cosas sin dejar de ser independientes.
Se me dirá que eso siempre ha existido, y que si yo lo acabo de descubrir justo ahora es porque voy atrasado de noticias ; pero a mí me parece que la versión actual del fenómeno, tanto por su talante como por su extensión, es distinto de lo que había existido más o menos hasta ahora. Quiero decir que es cierto que ya hacía muchos años que había gente pululando por los aleda_os de los partidos, que ten¡a actividad pol¡tica sin militar en ellos formalmente, como un poeta y escritor de un pueblo del sur de la comarca del Maresme, desgraciadamente desaparecido hace ya algunos a_os, a quien, cada vez que me hac¡a constar su independencia pol¡tica, le contestaba que ‘l era independiente, de acuerdo, pero de una clase especial que pod¡amos llamar «independiente del PSUC», como los hab¡a igualmente del PSC y de todo el resto de la gama pol¡tica que exist¡a en el mercado de entonces.
A m¡ lo de ahora me parece algo distinto. Creo que hay mucha gente que es independiente por naturaleza, y que lo son «de uno en uno» ; que no tienen problemas para unirse para una acci¢n concreta, normalmente de alcance municipal y de talante regeneracionista, y tomar el nombre de un partido m s o menos invernado, o crear uno nuevo si eso es lo que consideran oportuno para destacar mejor su condici¢n independiente, pero m s como «marca de f brica» que como otra cosa. No «militan» en el sentido cl sico del t’rmino, y no profesan hacia su organizaci¢n la adhesi¢n te_ida de misticismo fan tico que anida en los partidos-partidos (no estoy tachando de fan ticos a todos los militantes de los partidos cl sicos, pero creo que sab’is a qu’ me refiero). La relaci¢n que establece cada persona con la organizaci¢n yo dir¡a que es «confederal», y no contiene ningon tipo de «cultura de partido» (propia de los partidos tradicionales) que no tenga relaci¢n con la acci¢n concreta que ha motivado su adhesi¢n al proyecto. En unas elecciones como las pasadas resulta significativa la diferencia del voto obtenido por los partidos tradicionales para las municipales o para las europeas, exponente en buena parte de la pluralidad de los componentes y votantes de estas listas. A m¡ me gusta. Me gusta que despu’s de tanto tiempo de vivir influidos, por acci¢n o por reacci¢n, por tesis colectivas «trascendentes» tipo «clase», patria», «religi¢n», «partido», etc. poco a poco nos vayamos reencontrando con el yo, aprendiendo a pensar en las cosas de forma individual, a tener opini¢n propia y a hacer de ella un punto de partida menos manipulado y menos manipulable, me atrevo a tildarlo de «individualmente confederal», para la gesti¢n de los asuntos colectivos (por el momento al nivel m s pr¢ximo, el municipal), una mejor manera de hacerlo ; ciertamente otra manera de hacer pol¡tica.
Vasco Pratolini, al final del libro Allegoria e derisione que cierra su trilog¡a Una storia italiana, escribi¢ : …Has trabajado, +y entonces? Has dicho que s¡, +y entonces? Te has rebelado, +y entonces? Has conocido el mundo desde Azerbaijan hasta Tierra del Fuego, +y entonces? Si inicias un diario por sexta, por d’cima vez, eso significa que todav¡a sabes escucharte. Si existe alguna explicaci¢n, te la debes a ti mismo. Lo importante es que seas absolutamente sincero. Cuando intentaste decir la verdad, casi siempre, es colosal, pocos tuvieron sospechas. No es un problema de mesura, sino de l grimas que saltan en lugar de derramarse. Reticencia, no grito. Ahora la sangre de las cosas se agrum¢. Quiz consigas licuarla con el hielo y animes la vida al entrar en contacto con la muerte.
Jordi Portell
CONFEDERAL
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