Para analizar el caso de Elián González considero imprescindible, ante todo, tener claros los hechos.
1. Elián González fué sacado ilegalmente de Cuba por su madre sin el conocimiento o consentimiento de su padre, con quien compartía la custodia del niño el 22 de noviembre. En Cuba siguen viviendo no solo su padre sino sus dos parejas de abuelos. Sobre las motivaciones de la madre para hacer eso solo se puede especular.
2. Elián y su madre fueron sacados de Cuba por la pareja de esta ultima. No está claro si era su esposo legal o su novio. Esta persona había viajado ilegalmente a Estados Unidos y regresado a Cuba.
3. Salieron de Cuba el 22 de noviembre en una lancha con 10 u 11 personas mas. Fueron detectados por una embarcación del Servicio de Tropas Guardafronteras cubano, cuyos tripulantes trataron de disuadirlos temiendo que sucediera una tragedia como sucedió. Todo ello fue puesto en conocimiento del Servicio de Guardacostas norteamericano que, sin embargo, no pudo detectarlos ni interceptarlos. Varias fuentes comentaron originalmente que se trataba de un caso claro de tr fico ilegal de personas y que el promotor del viaje, el novio o compa_ero de la madre de Eli n, cobr¢ 1,000 d¢lares por cabeza a los otros pasajeros por sacarlos del pa¡s. Otra informaci¢n refleja que una de las sobrevivientes hab¡a abortado por salir de Cuba, tuvo que regresar al puerto de C rdenas.
4. No sabemos exactamente cuando ocurri¢ el naufragio, pero Eli n fue encontrado por unos pescadores el 25 de noviembre en aguas cercanas a Fort Lauderdale, en la pen¡nsula de la Florida. Inmediatamente fue entregado al Servicio Guardacostas, que lo recogi¢ en el mar. Es decir, no lleg¢ a tierra sino estando ya en manos de las autoridades norteamericanas. (Este dato es importante dada la pol¡tica que sigue Estados Unidos con respecto a los emigrantes cubanos bas ndose en su propia Ley de Ajuste Cubano, aunque personalmente creo que es una mala ley y una p’sima pol¡tica). Eli n fue trasladado al hospital Joe Dimaggio, de Broward, Hollywood, ese mismo d¡a.
5. Al d¡a siguiente de ser encontrado, 26 de noviembre, a las 2 de la tarde, Eli n fue dado de alta del hospital y entregado de forma expedita y sumamente r pida a unos familiares del padre, a pesar de que el INS ya sab¡a de la existencia de ‘ste en Cuba. El propio Eli n contribuy¢ a la localizaci¢n de los familiares pues dio el numero de tel’fono de su padre en Cuba. Por otros informes de prensa se indica que el propio abuelo de Eli n pidi¢ a sus familiares en Miami que trataran de localizarlo. No se ha explicado sobre qu’ bases el INS, sabiendo de la existencia del padre, y posiblemente de los abuelos, en Cuba, entreg¢ Eli n a unos familiares distantes en Miami sin mayor dilaci¢n. El INS reconoci¢ poblicamente que este procedimiento no era habitual. Segon el diario El Nuevo Herald de Miami, p g. 1, ‘la portavoz del INS, Mar¡a Elena Garc¡a, se_al¢ que la rapidez con que se realiz¢ el traslado de la custodia, que en otros casos se demora d¡as y requiere mientras tanto el internado del menor en un centro caritativo, se debi¢ a las «circunstancias» que rodean el caso.’
N¢tese que no consta que en ese momento el INS hubiera hecho ningon esfuerzo, como lo est haciendo ahora, en buscar al padre biol¢gico y conocer su posici¢n. N¢tese tambi’n que Eli n pudo ser retenido por el INS para hacer la investigaci¢n del caso y que, adem s, pudo haber sido devuelto a Cuba sin mayor dilaci¢n ya que fue recogido en el mar y no en tierra. N¢tese, que el INS no aclar¢ qu’ quer¡a decir con las ‘circunstancias’ que rodeaban ese caso. N¢tese, finalmente, que al parecer el INS dio la custodia a los familiares de Miami de forma muy expedita el 26 de noviembre, sin que mediaran los complejos procedimientos legales que ahora le exige al padre biol¢gico de Eli n.
6. El 27 de noviembre, un s bado, o sea 48 horas despu’s de conocido el naufragio y el rescate de Eli n, el gobierno cubano se dirigi¢ al gobierno de Estados Unidos mediante nota verbal oficial para poner en su conocimiento el inter’s del padre de Eli n en recuperar a su hijo. Esta nota fu’ entregada en Washington y La Habana y estaba acompa_ada de la carta del padre de Eli n. Este procedimiento es perfectamente normal y es como se manejan estos casos. No es usual que una persona individual se dirija directamente a un gobierno extranjero para este tipo de gesti¢n en la que se hace imprescindible que una autoridad competente del pa¡s de origen del ni_o y del padre certifique y legitime la solicitud. Exigirle que se presentara ante la Secci¢n de Intereses de Estados Unidos directamente es totalmente improcedente, y m s dadas las complejidades que rodean estos casos entre Cuba y Estados Unidos.
7. Mientras tanto, para el 28 de noviembre ya la Fundaci¢n Nacional Cubano Americana se hab¡a introducido en el caso -si no lo hab¡a hecho antes-, explot ndolo pol¡ticamente, inclusive imprimiendo un afiche con la foto de Eli n para ser utilizado con fines de propaganda pol¡tica en Seattle, a donde se esperaba la presencia del Presidente Fidel Castro. Al mismo tiempo comenz¢ una campa_a para cuestionar la credibilidad del padre, de la cual se hizo eco la propia congresista Iliana Ross-Lehtinen (Ver The Miami Herald del 29 de noviembre, primer p gina.). Se dec¡a, cosa que se ha repetido muchas veces desde entonces, que si el padre de Eli n quer¡a recuperar la custodia de su hijo tendr¡a que ir a Miami. Se insinuaba abiertamente la esperanza de que no solo no se lo llevara, sino que se quedara el tambi’n en Estados Unidos. El objetivo obvio de estas especies no era el ‘mejor inter’s y bienestar’ de Eli n, sino buscar la forma de anotar otro tanto en la campa_a de propaganda contra Cuba. Se ha sabido que se han manejado cifras tan altas como la de 2 millones de d¢lares para estimular al padre a que se quedara en Estados Unidos con Eli n. Todo esto se hizo con la anuencia y el consentimiento de la familia que alegaba estarse preocupando por los mejores intereses del ni_o. Esos familiares no se preocuparon por protegerlo de la perniciosa influencia que sobre su persona y futuro pudiera tener toda la propaganda y manipulaci¢n pol¡tica que lo rode¢ desde el primer d¡a.
8. Ese mismo d¡a, 28 de noviembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba emiti¢ una declaraci¢n reiterando algo que ya hab¡a dicho en otras ocasiones, que las muertes por naufragios en el Estrecho de la Florida eran causadas en oltima instancia por la Ley de Ajuste Cubano y la ambigua pol¡tica migratoria de Estados Unidos sobre esa base. Ah¡ record¢ que 24 horas antes se hab¡a solicitado la devoluci¢n de Eli n.
9. El 29 de noviembre, mientras continuaba la campa_a en Miami para utilizar pol¡ticamente la tragedia de Eli n, el Departamento de Estado coment¢ la declaraci¢n del Minrex cubano pero no se refiri¢ al caso de Eli n, sino que se limit¢ a rechazar la acusaci¢n sobre la Ley de Ajuste Cubano. No hubo ninguna declaraci¢n sobre los intereses de Eli n ni de preocupaci¢n porque se estuviera manipulando pol¡ticamente el caso, a pesar de que en ese momento ya eso lo estaba haciendo la Fundaci¢n y otras fuerzas extremistas de Miami.
10. El 2 de diciembre segu¡a la misma situaci¢n: falta de reacci¢n del gobierno norteamericano y campa_a en Miami para utilizar el caso de Eli n pol¡ticamente, con el consentimiento de los familiares que hab¡an reclamado su custodia, supuestamente en inter’s del ni_o. Eli n era mostrado constantemente recibiendo juguetes y atenciones por parte de y con conocidas figuras miamenses cuya agenda pol¡tica era muy clara. A falta de una respuesta oficial del Departamento de Estado o de comentario oficial alguno al respecto, el padre de Eli n y las autoridades cubanas no ten¡an otra opci¢n que guiarse por las informaciones que ven¡an de Miami, tanto por la prensa como por conversaciones con los familiares. Estas insist¡an que el caso ser¡a resuelto por un tribunal de la familia de Miami. Se enfatizaba que las posibilidades materiales de la sociedad norteamericana indicaba que los tribunales fallar¡an a favor de los familiares del ni_o en Miami. Conociendo adem s que ningon tribunal de Miami ha fallado jam s a favor de un demandante cubano de la Isla, ni siquiera en casos claros de asesinato y secuestro de embarcaciones, era l¡cito suponer que Eli n no ser¡a devuelto y que esa era la intenci¢n de las propias autoridades norteamericanas. En ese sentido el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores se pronunci¢ ese d¡a, jueves 2 de diciembre, en su habitual contacto semanal con la prensa extranjera, alertando enf ticamente sobre la necesidad de dar una respuesta positiva a la solicitud cubana y pregunt ndose si el gobierno de Estados Unidos seguir¡a prest ndose a las maquinaciones de ciertos sectores en Miami a contrapelo de lo que recomendaba el m s elemental respeto por la ley y por la decencia de las personas.
11. El 3 de diciembre el Presidente del Parlamento cubano y principal responsable por la parte cubana en las conversaciones migratorias alert¢ poblicamente que de no encontrarse una soluci¢n a este problema, la pr¢xima ronda de dichas conversaciones, fijada para el 13 de diciembre, no se producir¡a en el clima m s conveniente.
12. M s de 24 horas despu’s, el s bado 4 de diciembre por la noche, ni el Departamento de Estado ni el INS ni ninguna otra autoridad norteamericana hab¡a dado respuesta a estos requerimientos. La opini¢n poblica cubana, compuesta por much¡simos padres de familia, se encontraba ya sumamente irritada por estas maniobras y dilaciones. Despu’s de todo, hab¡a pasado ya una semana sin que nadie en Estados Unidos pareciera hacer caso de las demandas cubanas. Pi’nsese no solo en su padre, sino tambi’n en los abuelos de Eli n, en los compa_eros de escuela, en su maestra y otro personal de la escuela, en los compa_eros de trabajo del padre, en los vecinos de la ciudad de C rdenas, en toda la opini¢n poblica cubana. Fue en esas condiciones que el Presidente Fidel Castro se pronunci¢ poblicamente por primera vez. Lo hizo en t’rminos muy en’rgicos, pero no era para menos.
13. Aunque el propio domingo 5 de diciembre se produjo una primera manifestaci¢n ante la Secci¢n de Intereses de Estados Unidos en Cuba, ‘stas no comenzaron con fuerza sino hasta el martes 7.
14. Fue as¡ que entre el lunes 6 y el martes 7 de diciembre el gobierno norteamericano, primero a trav’s del vocero de la Casa Blanca, y despu’s a trav’s del propio Presidente Clinton, reconoci¢ oficialmente por primera vez que tendr¡a que considerar los derechos del padre y, d ndole un giro al asunto, aclar¢ que el caso no ser¡a resuelto por un tribunal de Florida sino por el Servicio de Inmigraci¢n y Naturalizaci¢n.
15. Pero no fue hasta el mi’rcoles 9 de diciembre que esto fue comunicado oficialmente al gobierno cubano y al padre de Eli n. Hab¡an pasado 2 semanas del salvamento de Eli n y 12 d¡as de que el gobierno cubano y el padre de Eli n hubieran demandado oficialmente el retorno del ni_o.
16. El 10 de diciembre los abogados de la familia en Miami, todos ‘voluntarios’, presentaron una demanda de ‘asilo pol¡tico’, sorprendente procedimiento en el caso de un ni_o de 6 a_os, con el objetivo de bloquear cualquier decisi¢n del INS de reconocerle al padre biol¢gico sus derechos. La familia ha continuado prest ndose a que se use a Eli n como una bandera pol¡tica, facilit ndoles a pol¡ticos locales y nacionales sus encuentros con el ni_o.
17. Al escribir estas l¡neas, 13 de diciembre, han surgido nuevas informaciones referidas al caso. En un nuevo cap¡tulo de los ingentes esfuerzos de la Fundaci¢n Nacional Cubano Americana por seguir politizando la estancia de Eli n, se han hecho esfuerzos porque el Presidente Clinton se entreviste con los familiares y con el propio Eli n. Por otra parte, varios candidatos a la presidencia de ambos partidos estadounidenses se han prestado a lo pol¡tico haciendo distintos tipos de pronunciamientos favorables a mantener a Eli n en Estados Unidos a todo trance (McCain, Bush, Forbes) o a obligar al padre a tener que presentarse ante un tribunal norteamericano para reclamar sus derechos (Gore).
Dados estos hechos, cabe preguntarse:
¨Por qu’ el gobierno norteamericano se demor¢ tanto en responder la solicitud oficial cubana e intenta hacer ahora lo que debi¢ hacer desde el primer d¡a? Y, en cambio, +por qu’ le entreg¢ a los familiares en Miami de manera expedita la custodia de Eli n apenas a las 24 horas de que fuera rescatado? +No ha incurrido el gobierno norteamericano en una grave responsabilidad y negligencia, en el mejor de los casos, sobre lo cual debe dar explicaciones a los pueblos cubano y norteamericano, al padre de Eli n, al propio Eli n y al gobierno cubano? Si pol¡ticamente le resulta dif¡cil tomar la onica decisi¢n correcta, que es devolver a Eli n inmediatamente, +por qu’ el gobierno norteamericano no da una clara se_al que quiere rectificar su evidente error y le retira la custodia a esos familiares que han permitido la manipulaci¢n pol¡tica del ni_o sin consideraci¢n alguna por sus mejores intereses y bienestar? Si el gobierno norteamericano quiere aquello que est en los mejores intereses del ni_o,+por qu’ no pone fin a toda la manipulaci¢n que hay del lado de all ? ¨Por qu’ se sigue alargando la soluci¢n de este problema, aduciendo procedimientos que evidentemente no se aplicaron cuando se entreg¢ la custodia efectiva del ni_o a los familiares de Miami, permitiendo de esta manera que su caso se siga politizando cada vez m s y m s, ahora con las irresponsables declaraciones de los candidatos a presidente? ¨Por qu’ el gobierno norteamericano insiste ahora en verificar la identidad del padre y le entreg¢ Eli n precisamente a los familiares lejanos de ‘ste en Miami el d¡a 26 sin mayor dilaci¢n, lo que evidencia que tom¢ entonces como buena la informaci¢n de que Juan Gonz lez era el padre de Eli n?
Dada la dilaci¢n de Estados Unidos en reaccionar ante una solicitud l¢gica y razonable del padre y del gobierno cubano, +est justificada o no la reacci¢n cubana? ¨Por qu’ tanta sorpresa ante la reacci¢n cubana? ¨Por qu’ se cuestiona el inter’s y el derecho del gobierno cubano en defender y proteger los derechos de dos de sus ciudadanos? ¨Por qu’ se cuestiona tambi’n el hecho de que el padre acuda a su gobierno para que lo ayude a ejercer sus derechos frente a otro gobierno, procedimiento por lo dem s normal? ¨Por qu’ cuestionarse la justa indignaci¢n del pueblo cubano con semejante proceder y pensar que no estamos actuando segon nos dicta nuestra conciencia? ¨Qu’ otro recurso ten¡amos ante el silencio c¢mplice del gobierno norteamericano que demostr¢ tan poca sensibilidad ante el bienestar de Eli n, y ante los requerimientos del padre y del gobierno cubano? O m s exactamente, si el Presidente Fidel Castro en persona no se hubiera referido al caso en los t’rminos que lo hizo el 4 de diciembre, +Ese hubiera logrado una reacci¢n oficial de Estados Unidos o que se atendieran los derechos del padre cubano como aparentemente se hace ahora?
¨Por qu’ se cuestiona la actitud del padre y no la de los familiares en Miami? +Es qu’ no llama la atenci¢n que los familiares en Miami no hagan lo que har¡a todo familiar de este grado en casos similares, es decir, respetar la decisi¢n del padre y entregar el ni_o? ¨Por qu’ la familia sigue dej ndose manipular? ¨Por qu’ algunas personas, como el Vicepresidente Gore, por ejemplo, siguen insistiendo en que es el padre el que tiene que viajar a Miami cuando todos sabemos que all¡ se ver sometido a enormes presiones de todo tipo? ¨Por qu’ se presupone que en Cuba est siendo presionado y no lo ser en Miami? ¨Por qu’ es el padre de Eli n y no sus familiares en Miami el que tiene que dar fe de sus buenas intenciones y demostrar su parentezco y su capacidad para criar a su propio hijo? ¨Han dado los familiares de Eli n en Miami alguna se_al positiva de que tienen en mente los mejores intereses del ni_o? +No es su comportamiento sumamente sospechoso? (Cu/QR/Ni/Dh/pt).
Dr. Carlos Alzugaray,
Profesor, Instituto Superior de Relaciones Internacionales,
Email: calzugaray@minrex.gov.cu