Eso de argumentar la abstención activa para esa campaña está ya muy visto, y no hay ningún grupo políticamente intranscendente (anarquizante o leninista) que no lo haya intentado alguna que otra vez. Deben estar faltos de verdad de argumentos políticos creíbles y en horas muy bajas, porque aunque tengan más que demostrada su capacidad para el autismo, como no dejan de poner de relieve siempre que tienen oportunidad para ello, ya tendrían que saber que este truco de intentar capitalizar como propia la abstención de todos los matices, incluida la técnica, no cuela, ni ha colado nunca que alguien lo ha intentado. Resultan tan patéticos como aquellos grupúsculos radicales que aparecían en las manifestaciones convocadas por otros grupos políticos de mayor entidad, que se escondían con sus banderas y pancartas en algún portal cercano a la cabecera de las mismas esperando el inicio de la marcha, para, en el mismo momento que arrancaba, ponerse al frente, delante de todo el mundo, con un fotógrafo de los suyos que inmortalizara la gran afluencia de personal alineado detr s de sus banderas y consignas, como un jugador de solitarios que se hace trampas a si mismo. Aqu¡ hubo en el a_o 1936 un peque_o grupo muy catalanista y muy izquierdista, escisi¢n «proletaria» del partido Estat Catal., que lo prob¢ en las elecciones de febrero del mismo a_o, y s¢lo consiguieron, como todos los que un d¡a u otro lo han intentado, hacer el rid¡culo. Finalmente, para pintar algo en el mundo de la pol¡tica, no les qued¢ m s remedio que juntarse con otros tres grupos de izquierdas, uno de ellos (por lo menos uno) de los que los nacionalistas de ahora llaman despectivamente «sucursalistas», y diluirse constituyendo un partido nuevo que, ‘ste s¡, lleg¢ a dar bastante juego en su momento.
En el pa¡s vasco pasan cosas muy raras. Hay quien dice que, para forzar no se qu’ de una negociaci¢n del gobierno central con uno de esos grupos totalitarios que, a falta de apoyo pol¡tico ciudadano suficiente, quiere imponer sus tesis por la fuerza, est intentando exportarlas hacia aqu¡ (Catalunya), a trav’s de esas organizaciones radicales que oltimamente salen a la calle mucho m s organizadas a hacer da_o (de baja intensidad), y ahora han empezado a poner bombas tambi’n m s sofisticadas, usando t’cnicas y explosivos que hasta ahora nos eran desconocidos, excepto por las salvajadas con que ETA nos hab¡a obsequiado de forma personal, y no de forma delegada como parece que hacen ahora, hace unos a_os (de alta intensidad).
La oltimas propuestas «de negociaci¢n» de los etarras a mi me causan mareos. Que una gente que, a trav’s de la organizaci¢n pol¡tica que les representa, tiene como m ximo el apoyo del 8% de los habitantes del pa¡s vasco, exija la retirada de las «fuerzas de ocupaci¢n», en contra de la opini¢n de otros grupos pol¡ticos, los que ellos llaman espa_olistas, que de forma directa tiene por lo menos el triple de apoyo popular que ellos, y sin que se haya tenido nunca la posibilidad de averiguar hasta donde llegan por este camino las distintas opiniones que coexisten en el seno de los otros partidos nacionalistas, me hace estremecer. Es cierto que el gobierno de Madrid les hace el juego cuando considera el ejercicio del derecho de autodeterminaci¢n, usado expl¡citamente, como algo totalmente inaceptable, porque es una manifestaci¢n tan irracional que parece hecha adrede para dar alas a las tesis m s integristas de todos los colores, y en concreto a las que pretenden que todo el conflicto s¢lo es una pugna entre dos formas de violencia : la del estado espa_ol ocupante (ileg¡tima) y la de las fuerzas de liberaci¢n nacional de la patria vasca (leg¡tima), que encima est realizando un gran esfuerzo por la paz no matando de forma indiscriminada a quien no piensa como ellos, y que s¢lo el espa_olismo m s bestia es incapaz de valorar de forma adecuada.
La guinda son las declaraciones de los pol¡ticos del PNV que pretenden, ni m s ni menos, que las detenciones de criminales de ETA por las autoridades francesas y espa_olas son una forma de dinamitar el proceso de paz, «provocando» que se «rompa la tregua». La tesis valora el sacrificio sublime del hecho que los asesinos lleven un tiempo sin matar, pero que podr¡an volver a hacerlo si no se les da un premio, y que entonces la culpa seria entera de Madrid. ¨Se han dado cuenta que, de acuerdo con esta tesis tan peculiar, seria necesario en justicia dejar en paz a cualquier otro tipo de delincuente (asesino, violador, ladr¢n, etc.) s¢lo con que manifieste su prop¢sito de no volver a hacerlo a condici¢n, por supuesto, que se les reconozcan m s derechos que a los dem s ciudadanos ?

