La Unión Europea (UE) rechazó en la III Conferencia Ministerial de la OMC la propuesta de Canadá y Estados Unidos de designar un grupo de trabajo sobre biotecnología, para decidir sobre el comercio de productos genéticamente modificados o transgénicos.
«Rechazamos las peticiones para tratar la biotecnología exclusivamente en el ámbito comercial… y rechazamos la negociación del acceso al mercado para los organismos» transgénicos, dijo David Byrne, Comisionado de Salud y Protección del Consumidor de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE.
Canadá y Estados Unidos, que junto con Argentina, Australia, Chile y Uruguay forman el Grupo de Miami de países exportadores de productos agrícolas, son contrarios a restringir el comercio de los transgénicos, y pretenden que se discuta en la conferencia de la OMC (Organización Mundial del Comercio) que se celebra en Seattle, Estados Unidos.
La noche del miércoles, Byrne dijo a los delegados de 135 gobiernos reunidos en Seattle que Europa est comprometida a continuar las negociaciones sobre el Protocolo de Bioseguridad de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, que busca regular el comercio de los productos transg’nicos. «Nuestra prioridad sigue siendo terminar r pidamente y con ‘xito la negociaci¢n del Protocolo de Bioseguridad», declar¢ Byrne.
Pero aon habr¡a lugar para la discusi¢n del tema en la OMC si el Grupo de Miami se compromete a «trabajar con tes¢n y constructivamente para concluir en forma anticipada las negociaciones de la Bioseguridad», dijo. La mayor¡a de los pa¡ses de Asia y Africa, junto con Bolivia, Noruega, Pero y Suiza, prefieren discutir el tema de la biotecnolog¡a en foros ajenos a la OMC.
Los detractores de esta tecnolog¡a sostienen que no se sabe lo suficiente sobre sus posibles efectos adversos para el ambiente y la salud, y que por eso el comercio de este tipo de productos se debe limitar o cesar.
Tewolde Berhan Gebre Egziabher, director de la Autoridad de Protecci¢n Ambiental de Etiop¡a, dijo que plantear el tema de los organismos transg’nicos en la OMC permitir¡a a Estados Unidos luchar contra Europa en un foro donde el poder de Washington es «supremo».
«Las dimensiones de la seguridad se pueden reducir para referirlas s¢lo a las condiciones que agradan a quienes est n en control de la riqueza y el poder del mundo», declar¢. Gebre Egziabher lidera un grupo de pa¡ses africanos contrario a que se patenten las formas de vida, incluso las «plantas, los animales, microorganismos y sus partes».
«El esfuerzo del Sur (en desarrollo) y aquellos del Norte (industrializado) que valoran la paz para disfrutar de su riqueza, y aquellos que valoran la justicia y desean una vida mejor para todos debe ser mantener a los organismos gen’ticamente modificados fuera de Seattle», dijo.
En una carta dirigida el mes pasado a la representante de Comercio del gobierno estadounidense Charlene Barshefsky, un conjunto de organizaciones no gubernamentales (ONG) expresaron su profunda preocupaci¢n por la propuesta de Washington para crear un grupo de trabajo sobre productos transg’nicos en la OMC.
Las ONG, incluso la Uni¢n de Cient¡ficos Preocupados, el Centro de Ley Ambiental Internacional y el Consejo de Opci¢n del Consumidor, dijeron que la propuesta «podr¡a limitar en exceso el derecho de los gobiernos a legislar, obstaculizando su capacidad para responder a amenazas cient¡ficamente inseguras sobre la base del principio de precauci¢n».
Introducir la biotecnolog¡a en la OMC podr¡a socavar el Protocolo de Bioseguridad y «llevar a m s restricciones al derecho de los gobiernos de exigir etiquetas de advertencia (en los productos transg’nicos) para promover el derecho a la informaci¢n de los consumidores», agregaron. La biotecnolog¡a ha sido un tema pol’micos desde que comenzaron las protestas de los activistas contra la OMC, fuera del Centro de Convenciones de Seattle donde se celebra la conferencia que comenz¢ el martes y concluyeron este viernes.
Jose Bove, el agricultor franc’s que fue a la c rcel en Francia por destruir un restaurante McDonald’s con su tractor, se manifest¢ fuera de un local de la cadena de comida r pida en Seattle para protestar contra los productos transg’nicos.
Seguidores de Bove, que criticaron a la firma por vender carne tratada con hormonas y patatas gen’ticamente alteradas, entregaban fuera del McDonald’s queso roquefort, que tiene altos impuestos en Estados Unidos en respuesta a la prohibici¢n europea a la carne tratada con hormonas. «McDonald’s es s¢lo un s¡mbolo», dijo Bove a la multitud reunida.
La protesta no es un «acto contra el pueblo estadounidense, sino contra la ideolog¡a del libre comercio que obliga a todos a comer alimentos insalubres e inseguros», asegur¢ Bove. La inquietud por los alimentos gen’ticamente alterados crece en Estados Unidos donde 20 legisladores del Congreso propusieron un proyecto de ley para que este tipo de productos tengan etiquetas de advertencia sobre su contenido.
Este tipo de etiquetas son obligatorias en Europa y Jap¢n, pero la Administraci¢n de Alimentos y F rmacos de Estados Unidos aon no las impuso porque sostiene que este tipo de productos son «‘sustancialmente equivalentes» a los no transg’nicos. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/aq/if/99)
LA UE RECHAZA LA CREACIÓN DE UN GRUPO DE TRABAJO SOBRE BIOTECNOLOGÍA
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