Hoy jueves, el general Augusto Pinochet pasará su segundo cumpleaños en su prisión domiciliaria en la ciudad de Londres. Altos mandos militares acudirán a la mansión donde está Pinochet para acompañarlo en su cumpleaños número 84.
Pinochet aguarda una resolución de los tribunales británicos, respecto a la apelación que presentaron el pasado 22 de octubre sus abogados para evitar su extradición a España. El 8 de octubre, el juez Ronald Bartle dio a conocer la sentencia favorable a la extradición de Pinochet a España.
Pinochet y sus simpatizantes también se mantienen a la espera del resultado que podría tener la solicitud presentada por el gobierno chileno a España para que se lo libere por razones humanitarias. Esta solicitud fue presentada el pasado 14 de octubre. A propósito de esta espera, cabe recordar el deseo de miles de personas que fueron víctimas directas o indirectas de la dictadura de Augusto Pinochet.
General Pinochet: «….le deseo sinceramente un juicio justo, apegado a derecho y, en la medida de lo posible, un calabozo limpio, c¢modo y digno. Ojal que nadie lo golpee, General, que nadie lo humille. Que no le confisquen su casa y su auto ni le destruyan su biblioteca. Que no le venden los ojos ni lo tiren al suelo para darle patadas y culatazos. Que no lo cuelguen de los pulgares, ni le administren descargas el’ctricas en los test¡culos, que no le arranquen la lengua, que no le hundan la cara en una pila de agua de v¢mito, ni lo asfixien meti’ndole la cabeza en una bolsa de pl stico. Que no le revienten los globos oculares, que no le quiebren los huesos de las manos, que no le introduzcan ratas hambrientas por el ano, que no le violen, ni le mutilen, ni le hagan volar a pedazos con una carga explosiva. Que no disuelvan su entierro a macanazos, que no secuestren a sus hermanos, ni les arranquen los pezones a sus hijas.
Es decir, General, ojal que no le hagan nada de lo que sus subordinados hicieron, bajo sus ¢rdenes y responsabilidad, a miles de chilenos y chilenas y a muchos otros ciudadanos de Argentina, de Espa_a, de Francia, de Alemania, de Suecia. No. Que le organicen un juicio justo y que le preparen una celda limpia y c¢moda en la que pueda pasar sus oltimos a_os sin padecer fr¡o ni hambre. No es nada personal. Es que si eso se consigue, general Augusto Pinochet Ugarte, la humanidad habr dado un gran paso hacia el reencuentro consigo misma.» (Cl/YZ/Mt/Vi-Dh/ap)
Por Pedro Miguel