Hace algunos años, los directivos más ahorradores apenas compraban ordenadores. Ni tampoco adquirían software. Lo que hacían era contratar los recursos de una empresa de servicios.
De hecho, sería conveniente examinar con atención la propia empresa para decidir qué es lo que debe subcontratarse. Los recursos que deberían incrementar la competitividad de su empresa se están desperdiciando en tareas rutinarias que, de otra manera, se harían mejor y a un precio inferior. La mayoría de sus aplicaciones son paquetes estándar, o deberían serlo. El correo electrónico no es más que correo electrónico. No le proporciona ninguna ventaja competitiva. Una empresa de servicios puede ocuparse del correo electrónico a un coste más bajo que usted mismo.
Lo que debe hacerse dentro de la empresa son aquellas tareas que le pueden distanciar de sus competidores. Yo las llamo la ôsalsa secretaö. Si, por ejemplo, cotiza en Wall Street y dispone de su propio programa para explorar y analizar el mercado, debe agarrarse a ‘l. En Sun tenemos un programa complejo para probar dise_os de microprocesadores, y lo cuidamos.
Uno no debe preocuparse del sistema operativo que ejecuta, ni del programa de correo o de gesti¢n de agendas que utiliza. Incluso hoy, se pueden conseguir en Internet versiones gratuitas de esos programas. As¡ que, +por qu’ habr¡a que pagar el coste exorbitante que supone adquirir, mantener y actualizar todo ese software? Segon investigaciones de Gartner Group, el coste medio anual derivado del uso de correo electr¢nico interno es de 400 d¢lares por usuario. Teniendo en cuenta que se puede conseguir todo ello gratuitamente en la red, hagan las cuentas…
En el antiguo modelo del departamento de tecnolog¡a de la informaci¢n, 30.000 personas contrataban a 50.000 consultores. El nuevo modelo se parece m s a una compra de servicios telef¢nicos. Tres agentes de compras se encargan de adquirir los servicios. Si eso les parece inveros¡mil, consideren este otro ejemplo: los analistas del sector esperan que, en el 2001, el mercado de los Proveedores de Servicios de Aplicacion alcance los 21.000 millones de d¢lares.
En Sun gastamos varios cientos de millones de d¢lares al a_o en el funcionamiento y soporte de nuestra red de informaci¢n interna y de la infraestructura inform tica del negocio. Parte de ello ya se est subcontratando y ahora estamos investigando c¢mo transferir otras funciones no sustanciales del negocio a proveedores externos eficaces.
Algunas empresas proporcionan servicios de aplicaciones ERP (planificaci¢n de recursos empresariales), y muchas empresas de servicios de Internet ofrecen la gesti¢n de servicios de correo electr¢nico y de p ginas Web, as¡ como redes privadas virtuales para la subcontrataci¢n de grupos de m¢dems. Sun se est ahorrando unos 10 millones de d¢lares anuales utilizando redes privadas virtuales que permiten a los empleados realizar su trabajo desde cualquier navegador Web. Los usuarios se conectan a trav’s de la Web a m¢dems situados en ciudades lejanas, lo que ahorra llamadas telef¢nicas.
En Sun Microsystems estamos abriendo camino en lo que se refiere a la subcontrataci¢n de tareas que no sean estrictamente propias. A nuestros clientes no les importa qui’n hace la comida de nuestra cafeter¡a, ni qui’n limpia nuestros edificios o riega las plantas que los adornan. Tampoco les importa qui’n ejecuta nuestros sistemas de correo electr¢nico o nuestras aplicaciones de contabilidad. Pero a nuestros accionistas s¡ les preocupa que los gastos puedan ser excesivos porque no estemos subcontratando lo que debi’ramos. Los analistas del sector estiman el ahorro de costes derivado de la subcontrataci¢n entre el 10 y el 30 por ciento, dependiendo de diversos factores, entre ellos la eficacia de la gesti¢n del negocio.
El ahorro no es la onica raz¢n para subcontratar, ni siquiera la raz¢n principal. La ventaja que aporta la subcontrataci¢n de trabajos fuera de la propia empresa, es que permite concentrarse en el negocio.
Este modelo -el modelo del servicio poblico- es el que tiene en mente Sun Microsystems desde hace ya algunos a_os. Y es una de las razones por las que adquirimos Star Division GmbH, y por lo que tenemos previsto transformar el paquete Star Office en una aplicaci¢n basada en la Web. Nuestro objetivo es conseguir que los ordenadores y los programas sean fiables y f ciles de utilizar. Al igual que el tel’fono, se dedicar n a cumplir su trabajo. Y eso es todo lo que hace falta saber de ellos.
As¡ que si no compran nuestros ordenadores y nuestro software, no pasa nada. Ya lo har su empresa de servicios.
Scott McNeally
Presidente de Sun Microsystems
Para m s informaci¢n:
SUN MICROSYSTEMS
Tel: (91) 596.99.00
Fax: (91) 596.99.99
+ PORQUE NO QUEREMOS QUE COMPRE NUESTRO SOFTWARE?
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