Acontecimientos recientes, sucesos implicados en la política general del proceso de pacificación. Me explico. Hace un reproche a EH y PP para que modifiquen sus respectivos posicionamientos. Encuentro cierta similitud en el dilema que preocupa al LEHendakari, el representante electo de todos los vascos, con la reciente situación acaecida en el ayuntamiento de Vitoria y el intento de su alcalde, el de todos los vitorianos, Alfonso Alonso, de conformar una mesa en torno a la cual pudieran sentarse a dialogar todas las fuerzas políticas, sin excepción, del ayuntamiento de Gasteiz.
Me parece una idea loable, innovadora y realista, inspirada por el talante dialogante del actual alcalde que según parece se proponía desbloquear la absurda situación que mantienen el PP y EH, de no oficializar ningún contacto. Es un error asociar a EH con la violencia callejera o «Kale Borroka», y dictaminar incesantemente que la violencia pol¡tica es intolerable en cualquier proceso democr tico, con la sibilina intenci¢n de mermar la capacidad pol¡tica de EH y arrinconar a esta formaci¢n pol¡tica, a la vez que se le exige optar por los tradicionales m’todos del estado de derecho.
Precisamente todos estos temas tan sensibles debieran dilucidarse en torno a una mesa entre iguales, salvando la diferencia de la representatividad de los votos obtenidos por cada formaci¢n, y cuando digo entre iguales, quiero referirme a que todos est n facultados precisamente por esa representatividad, una forma de soberan¡a irrevocable, a sentarse a debatir sus posicionamientos en cualquier foro. Para que pudieran reunirse todos en una mesa vitoriana, una especie de c¢nclave que pudiera consensuar una entente preliminar para futuras reuniones m s elevadas, como por ejemplo, y ‘ste ser¡a el lugar ideal, el Parlamento Vasco. La distancia ser¡a corta, no solo espacialmente, del Ayuntamiento al Parlamento hay un trecho corto, sino y m s importante, ponerse de acuerdo sobre qu’ temas deber¡an tratar los representantes de todas las formaciones pol¡ticas. La ciudad de Vitoria es una clave especial. Su alcalde podr¡a, si la formaci¢n pol¡tica que representa se lo permitiera, ser el Edec n de las fuerzas implicadas.
A EH le solicitamos que exprese su talante democr tico, sin necesidad de una previa condena institucional a la violencia pol¡tica, que se siente en esa hasta hoy hipot’tica mesa vitoriana. Si es cierta la informaci¢n vertida por el diario Barcelon’s La Vanguardia de que el gobierno prepara su pr¢ximo contacto con la organizaci¢n armada E.T.A., con un cambio profundo en su intencionalidad para con los presos, la oportunidad de formar esa mesa previa ser¡a una oportunidad de oro para el pueblo de Euskal Herr¡a y un avance important¡simo para lograr una Paz definitiva.
Septiembre ser un mes importante en la apertura del Proceso de Paz, si todas las formaciones pol¡ticas se reunen entre iguales y expresan y debaten sus posiciones, si realmente est n dispuestos a negociar una salida ecu nime para todos, la ciudadan¡a recompensar la valent¡a y el coraje por encima de personalismos y mas all de organizaciones y partidos u otras instituciones para construir una Euskadi democr tica, moderna y solidaria, donde quepamos todos sin importar la esencia humana de cada cual, una sociedad alimentada por el orto de un futuro mejor para todos. As¡ sea.
A Ibarretxe le pedimos que dirija sus esfuerzos en propiciar que la reuni¢n se establezca cuanto antes, su arbitraje es absolutamente imprescindible, no en vano es el leg¡timo representante de «todos» los vascos, de «todos» los ciudadanos que viven y trabajan en Euskadi, pero no solo a ‘l le compete el esfuerzo de esta magna empresa, solicitamos especialmente al P.P. que cambie su estrategia inm¢vil por ser una parte inherente al proceso y solo es una cuesti¢n de tiempo que acceda a la sensatez.
E.H. por su parte debe reflexionar muy profundamente sobre lo acaecido en Vitoria, en cuanto a la organizaci¢n militar E.T.A. estamos seguros que respetar la voluntad libremente expresada del Pueblo Vasco, y al Gobierno Espa_ol: voluntad y coraje.
VOLUNTAD Y CORAJE
186