Señor Director: No entiendo el revuelo que se ha liado en los últimos días cuando en Cataluña se ha planteado -y una concejala de Granada ha coreado- la posibilidad de que exista una especie de rito civil con el que los padres no cristianos puedan celebrar civilmente el nacimiento de su prole. Estoy de acuerdo en que no se debe imponer nada que exceda la inscripción en el registro, y en que esa propuesta obedece, aparte de a motivos antirreligiosos, a un evidente afán de sacarle el dinero a la gente. Pues está claro que quienes no deseen bautizar a sus hijos, no necesitan darle dinero al Ayuntamiento para organizar un festejo con que celebrar el dichoso evento. Ahora bien, pienso que sería bueno desde un punto de vista cristiano, que existiese algo así, a fin de acabar con esos bautismos de niños cuyos padres sólo lo piden por motivos sociológicos: no creen en eso, a veces incluso ni están casados, y no piensan educar a su hijo en la fe católica, pero van a la parroquia porque les parece que celebrar su nacimiento sin antes haberlo bautizado queda un poco fr¡o, desangelado y cutre. Y ellos quieren lo mejor para su chiquillo. Como la novia que recientemente le peg¢ una paliza a su marido, al salir del juzgado, por sentirse enga_ada por ‘ste, que le hab¡a asegurado que all¡ la boda ser¡a tan bonita como si se casaran por la Iglesia.
Manuela Galera Mart¡nez
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