El debilitamiento de la capa de ozono causa alarma. El daño causado a este escudo natural alcanzó niveles sin precedentes en un fenómeno que es acelerado por el recalentamiento global.
Las últimas mediciones satelitales revelan que la extensión del «hueco» en la estratosfera sobre la Antártida llegó a 28,3 millones de kilómetros. Este es el mayor tamaño registrado en el sur del planeta y se teme que otro hueco esté sobre el norte de la tierra.
Recientemente se realizó una importante reunión en Burkina Faso, Africa, para debatir sobre este debilitamiento de la capa de ozono y sus efectos. La reunión fue organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Según Klaus Toepfer, director ejecutivo del PNUMA, se avanzó enormemente en la última década en la supresión paulatina de los agentes químicos que destruyen el ozono, pero el estado de la capa de ozono sigue siendo crítico. El PNUMA auspició el Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Disminuyen la Capa de Ozono en 1987.