«Lo bueno es enemigo de lo mejor» (adagio latino). Las utopías que permanecen son aquellas que se apoyan en el derecho natural, los derechos humanos y se acercan a la realidad de la naturaleza humana. y desde ahí plantean la mejora social, desde la mejora de las personas se mejora la sociedad. El término utopía lo solemos barajar con mucha frecuencia y en un sentido u otro. Utopía significa «en ninguna parte». «Utopía» es el título de un libro que escribió Santo Tomás Moro, el gran canciller inglés, el más inglés de los ingleses, humanista del Renacimiento y mártir católico. Por este libro, «Utopía», Santo Tomás Moro ha sido uno de los patrones del extinto ejército rojo soviético, y su festividad la celebraban el 17 de julio. No obstante, Moro escribió este libro con afán meramente moralizador.
EL siglo XX es el de las utopías. El nacional-socialismo de Hitler, el sionismo, el socialismo real, el fundamentalismo, los nacionalismos extremistas, dictaduras de izquieras y de derechas, sectas determinadas, etc, etc son ejemplos de utop¡as nefastas. «Cuando la realidad de la naturaleza humana y de las cosas ha chocado con las cosas, peor para la realidad». Esta es la ley inexorable y urgen las exclusiones por motivos de raza, clase social, religi¢n, sexo, patria, etc. Tal vez por eso determinadas utop¡as tienen per¡odos de existencia tan cortos. Aunque eso s¡, el saldo es nefasto: campos de exterminio y exterminio, aniquilaci¢n del adversario, etc. Detr s de estas utop¡as fracasadas del siglo XX hay m s de doscientos millones de seres humanos que han perdido la vida . Lo que nace bajo los impulsos del odio siempre termina naufragando.La utop¡a posible pasa por la educaci¢n ,por el progreso material y tecnol¢gico que deben luchar contra la ignorancia y la pobreza, y siempre respetando al «otro».
Por Marcos Guti’rrez Sanju n