Se equivoca el concejal de Medio Ambiente de Granada, Baltasar Garzón, al pretender tapar la ineficacia de este gobierno municipal con amenazas a la ciudadanía, trasladando responsabilidades a otras administraciones o pretendiendo endosarle el problema al rectorado de la Universidad. Mire usted, señor Garzón, aquí lo que hay es que unos ciudadanos, que pagamos nuestros impuestos, estamos padeciendo graves perjuicios porque la autoridad pública mira para otro lado cuando otros ciudadanos infringen la legislación vigente en materia de orden público y, encima, pretende disimular su negligencia ocultando las pruebas (la basura) de todo este desorden. Su obligación, señor Garzón, que para eso le pagamos, es hacer cumplir la normativa vigente y no buscar otros espacios de impunidad donde se siga vendiendo alcohol a menores y se fomente un incivismo entre los jóvenes, que luego haya que remediar con cargo a los fondos públicos que aporta el sufrido contribuyente.
Isabel M. López Ruiz