Los españoles tal vez no seamos todos iguales ante la ley. En el libro «El negocio de la libertad», de Jesús Cacho argumenta esta tesis y trata de demostrarla, y mehe quedado sorprendida, con que tan solo la mitad de la mitad sea cierto. Muchos ciudadanos deberiamos abrir los ojos acerca de los entramados del poder y sus aledaños y descubrir que los poderes fácticos pueden alterar la justicia. «Jueces y fiscales piden la dimisión de Cardenal por su sumisión a Aznar El fiscal general del Estado provoca una nueva crisis judicial.
Jesús Cardenal ha vuelto a provocar una grave crisis en el mundo judicial con su decisión de forzar un informe fiscal favorable al ministro José Piqué en el ‘caso Ercros’. Dos asociaciones de jueces y una de fiscales». Estas asociaciones han callado cuando el que salía bien parado era de los «suyos». Personalmente entiendo que la justicia en este mundo es muy difícil que exista, pero debemos aspirar a ello. Que sea igual para los «unos» o los «otros», caiga qui’n caiga. Tambi’n es bueno conocer de las tendencias de los jueces, con sus ideolog¡as, si hay sectarismo o no, de sus filias y fobias.
La transparencia es b sica en la democracia y en el matrimonio. Ser¡a interesante que muchos lectores comprobasen como los espa_oles no somos iguales ante la ley, y los poderosos, ya sean «progres» uno u otro lado, tienen privilegios de los que los dem s carecemos. Hay muchos buenos profesionales entre los jueces y fiscales, gentes honradas y prestigiosas que inspiran confianza, de todos modos. A partir de estos conocimientos acerca de la obra, vida y milagros de los de la justicia tratemos de que haya Justicia con mayoscula.
Mar¡a L Ruiz Sanchez
