Mucho se está hablando, escribiendo y haciendo estos días en relación a la movida juvenil. Unos subrayan el perjuicio social que ocasiona al resto de los ciudadanos. Otros, el notable daño personal que se producen a sí mismos quienes la protagonizan. Pero a las autoridades, por desgracia, no parece importarles demasiado ni lo uno ni lo otro. Sólo parecen interesarse por sí mismos, evitar cuanto pueda resultar impopular. Y, para ello, van endosando el «marrón» ora al Rector de la Universidad (como ésta tenga ahora que ocuparse de este asunto, aviados estamos), ora a otras Administraciones, ora a los papás y a las mamás de l@s muchach@s.
Esto último me ha parecido el colmo. Que don Juan Cotino, director general de la Policía, afirmase en Huelva, el sábado 1 de abril, que de poco servirá la actuación policial mientras perdure el permisivismo de los padres, no me parece de recibo. Concuerdo con este señor en que lo que pasa en la movida en parte manifiesta la deficiente educación que much@s reciben en sus casas.
Y me parece bien que se promuevan programas de orientaci¢n familiar. Pero que no pretenda convencernos de que no se arreglar¡a nada impidiendo la venta de alcohol a menores y de droga o multando los ruidos y dem s des¢rdenes callejeros. Lo cual, si no me equivoco, es competencia de la Polic¡a. ¨Seguir¡an nuestros hijos ese estilo lodico si s¢lo se permitieran en la calle las formas c¡vicas de diversi¢n? Para permisivo, Cotino, que hace lo que en rugby se llama «patada a seguir»: pegar un patad¢n hacia lo alto al bal¢n cuando la jugada resulta desfavorable.
Juan J. Mart¡nez Jim’nez
» PATADA A SEGUIR» DE COTINO A LA MOVIDA
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