El pasado Jueves Santo, abril 20 del 2000, habló en las Naciones Unidas en Nueva York, Hugo Lucitante, un niño de 12 años, de la etnia Cofán de Ecuador, con parientes al otro lado de la frontera entre los cofanes colombianos. Fue uno de los tres oradores en una reunión sobre los pueblos indígenas y el desarrollo sostenible a la que concurrieron centenares de participantes convocados por una coalición de Agencias No Gubernamentales, y que patrocinó el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas.
Desde 1997 Hugo estudia en St. Joseph School en Seattle, estado de Washington, invitado por Miranda Detore, joven estudiosa de América Latina, y defensora de la selva tropical, quien había pasado dos meses viviendo con la familia de Hugo en la selva.
Los padres de éste habían llegado a Seattle la semana anterior. Allí los entrevisté. Como Hugo ya habla a la perfección el inglés, sirvió de intérprete con su madre, pues ella no habla español. Tampoco lo habla Hugo. Su padre me explic¢ que los cofanes no han logrado que el gobierno les d’ una escuela.
Han seleccionado a seis ni_os para que vayan a estudiar fuera de la selva. A Hugo lo tienen destinado para ser gu¡a tur¡stico y promover el ecoturismo entre los numerosos visitantes extranjeros.BR> ¨Qu’ vas a decir en la ONU? Le pregunt’.
«Primero me presentar’ y hablar’ de lo que somos los cofanes y luego de los problemas que tenemos», me contest¢, mir ndome de reojo porque es t¡mido.
+Y cu les son los problemas?
«Los que nos dej¢ la Texaco» me respondi¢ sin titubear.
Ante mi insistencia, fue enumerando los problemas, posesionado de su papel de defensor de su etnia. Su padre y Miranda iban complementando su informaci¢n sobre los problemas que deben afrontar por la explotaci¢n del petr¢leo que inici¢ la multinacional en los a_os 70 y que continoan con las empresas nacionales que la reemplazaron. Contaminaci¢n de suelos y aguas por los derrames de petr¢leo, enfermedades que padecen como consecuencia, incluido el c ncer que nunca hab¡an tenido, y ni_os que nacen deformes.
Me acordaba de las denuncias que hace Joe Kane en su libro Savages sobre la destrucci¢n que caus¢ la Compa_¡a Texaco en la selva amaz¢nica, contra las que luchan tambi’n los Huaorani con el liderato de Moi, a quien le o¡ referir denuncias similares, cuando lo conoc¡ en Tena hace unas semanas.
Los Cofanes, como los Huaorani son dos de las once etnias que viven en la selva del Oriente ecuatoriano, que consideran que su habitat ser destruido para siempre si continoa el despojo de las multinacionales petroleras.
Al terminar mi entrevista le pregunt’ a Hugo que esperaba de su intervenci¢n. Muy seguro de s¡ mismo me respondi¢ que desea que la Texaco vuelva a arreglar todo los da_os y a recoger la basura que dej¢.
Aunque est contento en Estados Unidos estudiando en sexto grado y con intenci¢n de terminar la escuela secundaria, a_ora su tierra, donde «no todo es cemento como aqu¡ y uno est libre y puede pescar pira_as» Su aldea est en las riberas del r¡o Aguarico. Este verano lo pasar en su selva nativa lejos de la de cemento.
«Con la educaci¢n que recibe aqu¡», me dijo Miranda al despedirnos, «Hugo aprender a defenderse de los trucos de las compa_¡as petroleras que tratan de embaucar a los ind¡genas». Ella est consciente de que Texaco ha sido el culpable principal con los fosos de desperdicio t¢xico que ha dejado su operaci¢n que tan grandes perjuicios causan para la vida de la selva. Vendr de nuevo a Ecuador este verano junto con grupos de ecologistas que se interesan en la conservaci¢n del ambiente y en colaborar con la causa de los ind¡genas.
Esto fue lo que dijo Hugo Lucitante, en ingl’s, porque no habla espa_ol. (*)
«Es un gran honor para todos nosotros estar aqu¡ y compartir con ustedes informaci¢n acerca de mi cultura. Yo soy Hugo Lucitante. Yo he venido ac desde mi pueblo natal, Zabalo , el cual esta ubicado en al parte superior de la cuenca del Amazonas en el Ecuador.
En los 3 a_os pasados, excepto en los meses de verano, he estado viviendo en la ciudad de Seattle, con mi tutora, Miranda Detore. En primera instancia vine a los Estados Unidos para aprender ingl’s y a la vez para conocer la forma de vida de la cultura occidental. Mi padre penso que esta podr¡a ser una gran oportunidad para mi. Yo apenas tenia 10 a_os de edad y no sab¡a qu’ esperar.
Nosotros estamos ahora aqu¡ para explicar el por qu’ mi cultura est en riesgo de desaparecer para siempre y para dar a conocer lo que pienso hacer al respecto.
Ya solo existen unos 750 habitantes pertenecientes a mi cultura. Por m s de 30 a_os las compa_¡as petroleras pertenecientes a pa¡ses como los Estados Unidos, han explotado la tierra y a la gente que vive a lo largo y ancho de la amazon¡a ecuatoriana. El Ecuador es un pa¡s econ¢micamente pobre, y desde la d’cada de los 70 la explotaci¢n de petr¢leo se ha hecho sin medida.
Miranda ha hablado sobre esto a grupos universitarios y colegiales. Yo he aprendido esto de ella y tambi’n desde mi pueblo. En un inicio cuando yo vine a los Estados Unidos, yo no pensaba acerca de todo esto, pero ahora lo tengo que hacer si pretendemos sobrevivir. Yo puedo todav¡a recordar que cuando ten¡a unos 4 a_os de edad, una compa_¡a petrolera vino a nuestro pueblo. Ellos derribaron los rboles que quedaban en sectores del selvas v¡rgenes cerca de nuestro pueblo. R pidamente, me acuerdo que se encontraba petr¢leo derramado sobre los caminos, y yo jugaba entre piedras y petr¢leo.
Lleg¢ la Texaco. Ellos derribaron los rboles, mataron a los animales de clima c lido, y por ese motivo incluso yo y mi gente nos quedamos sin suficiente alimento. Mis familiares y todos los dem s del pueblo tuvimos que mudarnos, salir de nuestra tierra en busca de otro lugar. En una jornada que dur¢ cuatro d¡as, encontramos un nuevo lugar, entonces ah¡ comenz¢ nuestra comunidad llamada Zabalo.
Las compa_¡as petroleras como la Texaco ha hecho un gran da_o desde 1967.
Todav¡a en los lagos y los r¡os est n contaminados con petr¢leo. La gente se alimenta de estos r¡os y lagos. El agua que tenemos para beber tambi’n proviene de estos r¡os y sus vertientes. Nuestra gente se est enfermando por las sustancias venenosas que derivan de este problema. Los ni_os nacen enfermos y mal de salud. Muchos de la tribu Cofanes han muerto y les ha ocurrido enfermedades fatales que nunca antes suced¡an. Tanto mis familiares como mi gente queremos que pase lo siguiente:
1.- Que la compa_¡a petrolera limpie el da_o que ha hecho desde que llegaron en 1967.
2.- Que la compa_¡a petrolera se vaya y no regrese nunca m s.
3.- Que la compa_¡a petrolera compense a los Cofanes por los da_os que han causado en su sector.
4.- Que el dinero de compensaci¢n sea entregado directamente a la comunidad de los Cofanes.
5.- Que la Texaco devuelva los territorios que se les expropiaron a los Cofanes. Que la tierra vuelva a ser nuevamente de la comunidad Cof n.
Estas cosas tienen que suceder para que los Cofanes y toda nuestra cultura pueda sobrevivir. (Onu/YZ/Pf-Oi/Ec-Dh/mc)
Maripaz Moncayo
UN NIíO ECUATORIANO PRESENTA DENUNCIA CONTRA TEXACO EN NACIONES UNIDAS
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