Durante el funcionamiento de la fábrica, se contaminaba el agua subterránea. Estudios realizados por los moradores de la zona indican que algunos de ellos podían haber resultado contaminados en función de las actividades en la fábrica, lo que aún no ha sido comprobado. Los agroquímicos de la serie Drins son prohibidos en Brasil desde 1986.
Organizaciones ambientales como Greenpeace o los ministerios de Salud y Medio Ambiente siguen el caso y buscan que se procese a los responsables. Profesionales y autoridades públicas que hayan omitido o apoyado la actividad de la Shell.
Otro caso que motiva investigaciones se relaciona con la construcción de una planta termoeléctrica a gas, ubicada también en la región de Campinas a pocos kilómetros de Paulinia. El proyecto usaría el gas transportado por el gasoducto Bolivia Brasil para la producción de electricidad.
La planta termoeléctrica sería instalada a pocos metros del nacimiento del Río Piracicaba y afectaría sus aguas.
Los dos casos que envuelven a la Shell provocan indignaci¢n en ambientalistas y moradores de la regi¢n industrializada de Campinas en el interior de Sao Paulo. La regi¢n aporta con el 10 por ciento de la producci¢n total del pa¡s, en funci¢n de sus millares de industrias de diverso tipo. (Br/QR/Ong-Og-Nt/Ec/ap)