El circulo vicioso se tradujo en constantes concesiones y aportes económicos del Estado Argentino contra dibujos y «promesas incumplidas» del estado español. Sra. Ministro de Trabajo, Ud. no consiguió de la SEPI el compromiso de aporte de 350 millones sino la promesa de intentar conseguirlos, promesa que debería medirse en línea con las promesas incumplidas hechas al pueblo argentino en el momento en que la complicidad bajo sospecha de corrupción, de los poderes argentinos produjo el regalo inicial.
Similares promesas incumplidas que el doctor Cavallo, Ministro de Economía y Obras y Servicios Públicos, pregonó como solución en las renegociaciones del ¦92 y ¦94. Entonces, concesiones y aporte del Estado, hoy, problema privado. Valga como dato adicional el brutal incremento de productividad de los empleados de A.A. resultado de la pérdida de miles de puestos de trabajo y reducción de condiciones laborales que acompañó todo este proceso. Sra. Ministro, si bien hasta aquí se le puede conceder el derecho a la ingenuidad por no conocer a fondo la historia y la trama de este proceso, este derecho caduca cuando intenta responsabilizar a una conducci¢n sindical del fracaso de la negociaci¢n y de dejar a A.A. al borde de la quiebra. Peor aon, cuando avanza en solicitudes de presi¢n hacia ese sindicato y amenazas de quite de personer¡a. Si bien sus declaraciones no encuadran en la figura de incitaci¢n a la violencia, de existir, encuadrar¡an perfectamente en la de incitaci¢n al avasallamiento.
Los trabajadores, temerosos de perder su fuente de trabajo, ante la indefensi¢n de las reformadas leyes laborales, la in-justicia laboral, la ausencia del Estado y la necesidad, tienen derecho a medir la posibilidad de una nueva resignaci¢n de sus condiciones laborales y salariales, pero no tiene derecho Ud. a ejercer su «Poder Ejecutivo» para presionar a que lo acepten, menos aon contra el onico aval de una nueva promesa incumplida de antemano.
Sepa Ud. Sra. Ministro que no esta mediando en igualdad de condiciones por la reconciliaci¢n de una pareja que supo llevarse bien y hoy tiene ligeras o salvables diferencias, sino intentando maniatar a una de las partes para que consienta seguir siendo indefensamente violada en sus derechos y en su dignidad.
Hoy el pueblo argentino espera de Ud., el ejercicio de su Poder Ejecutivo para lograr que alguna vez ante un conflicto, los representantes espa_oles se dignen a cumplir con las leyes argentinas y como m¡nimo intime; exija; que sean abonados en tiempo y forma los salarios. ¨C¢mo se puede consentir el manejo coercitivo, o creer siquiera que si se aceptan las condiciones impuestas quiz s aparezcan hasta 350 millones, caso contrario, no hay plata ni para pagar los sueldos? Lo anterior, sus declaraciones amenazantes, parecen mas el reflejo de la impotencia que siente ante el fracaso de su voluntarismo, por intentar solucionar o emparchar v¡a laboral, un problema que la excede por haber sido desde un principio y continuar siendo eminentemente pol¡tico.
Su balbuceo frente a preguntas concretas fuera del contexto laboral, ponen al descubierto el marco de indefinici¢n pol¡tica y jur¡dica generado por el Ejecutivo y el resto de los poderes, en que se la env¡a a negociar. Y es all¡, en sus pares, su mandante y el resto de los poderes, y no en los trabajadores y/o sus representantes, donde deber¡a drenar la bronca por el fracaso de su esfuerzo.
El Ejecutivo debiera urgentemente dar car cter de problema de Estado al tratamiento del futuro de A. A. y prohibir a su ministro importado de gobiernos anteriores que siga esforz ndose por minimizarlo a problema de empresa privada, que solo favorece su intenci¢n de profundizar una pol¡tica de «cielos abiertos».
Y esto es as¡, porque aon desde esa visi¢n mercantilista, subsiste el problema pol¡tico de la defensa del mercado. No resulta coherente un declamativo ¥ Compre nacional … pero deposite el fruto del esfuerzo argentino en las ventanillas de venta de pasajes de cualquier empresa extranjera, de modo de propender al desarrollo, la integraci¢n y la generaci¢n de puestos de trabajo de aquellos pobres pa¡ses del norte.¥
Sra. Ministro, ser¡a interesante que mas que a investigar ¨Qui’nes son estos tipos?, o ¨Qui’n los banca?, pudiera direccionar los mecanismos del Estado a investigar ¨Qui’nes son esos tipos que desde aqu¡ y del otro
lado del charco, por GESTION, INGE$TION, o por DESIDIA, hicieron posible el desmantelamiento y vaciamiento de Aerol¡neas Argentinas? El patrimonio real de Aerol¡neas se lo podr¡a resumir hoy a groso modo en: una aeronave; su designaci¢n como l¡nea de bandera; las autorizaciones y rutas; y su personal.
Lejos de comprometerse por escrito al aporte de 350 millones, la SEPI repite constantemente la intenci¢n de no poner mas fondos y proceder a vender su parte lo antes posible. Para eso, en esta oportunidad requiere la complicidad del gobierno argentino, ya no para asegurar la continuidad operativa por ejecuci¢n de un grotesco dibujo de Plan Maestro, sino para tratar de sacar un oltimo jugo, incrementando el fondo de comercio por reducci¢n forzada del costo laboral.
En cuanto al resto de los Poderes:
Dicen los rumores que los primeros funcionarios del estado espa_ol ve¡an como un destierro su designaci¢n en Aerol¡neas, pero al poco tiempo, otros mov¡an influencias en Espa_a y se disputaban esos lugares. Es posible que en nuestra Aerol¡neas se haya verificado aquella premisa respecto de que la posibilidad de corrupci¢n en una organizaci¢n es directamente proporcional a la concentraci¢n de poder y a la ausencia de controles; dos factores que el Estado nacional posibilit¢ e increment¢ en cada renegociaci¢n.
Ser¡a por lo tanto interesante que el Poder Judicial acelerara la investigaci¢n de las denuncias presentadas, como as¡ tambi’n solicitara a sus pares de Espa_a un extracto de los estados de cuenta, movimientos de fondos y variaciones patrimoniales de los sucesivos directivos de Aerol¡neas, para confrontarlos con sus declaraciones de ingresos y sus respectivos aportes en nuestro pa¡s.
As¡ mismo, entre otras cosas ser¡a importante averiguar si existi¢ alguna investigaci¢n por desv¡o de fondos de organismos de direcci¢n de empresas del Estado Espa_ol y/o sus subsidiarias o controladas en otros pa¡ses, para solventar campa_as electorales ; y sus conclusiones. Como ver Se_ora, de existir la voluntad pol¡tica, son muchos los mecanismos que se podr¡an accionar para intentar por primera vez sentar a discutir en mejores condiciones a los representantes del Estado Argentino con los del Reino de Espa_a.
Los trabajadores tienen conocimientos, intuici¢n y voluntad, pero carecen por si solos de las herramientas y la fuerza necesarias para definir un buen futuro para Aerol¡neas Argentinas.
DANIEL MONTENEGRO
Ex Secretario General de T’cnicos de Vuelo (ATVLA)