Digo esto pues, con estupor escuché en dos conferencias de prensa al Excmo. Sr. Presidente de la Nación y el Ministro Cavallo por la cumbre del Mercosur primero; y al Sr. Secretario de Turismo junto al Sr. Darío Lopérfido después, hablando de la «semana de Argentina en Madrid». Todos ellos se refirieron al «sentimiento antiespañol» y el boicot a empresas de capitales españoles, mezclando livianamente ambos temas.
Fue así que nos calificaron a quienes propiciamos activamente el boicot como respuesta pacífica ante la indefensión que padecemos los ciudadanos, entre otras cosas por la inacción de nuestro Gobierno Nacional, con los adjetivos más insultantes que hubiera imaginado escuchar de boca de quienes tienen una responsabilidad fundamental que parece, han olvidado: Defender los intereses y derechos de los argentinos.
Me referiré en especial al Sr. Lopérfido ya que este Sr., mediante argucias falaces producto de una imaginación y fantasía sólo comparables a las que utilizaron al momento de pergeniar las promesas electorales incumplidas a la fecha, lleg¢ a comparar el boicot comercial con las actitudes xen¢fobas que precedieron a la aparici¢n del exterminio genocida de la Alemania nazi. Para hacerlo realiz¢ un generoso y burdo «cocktail intelectual» en el que mezcl¢ algunos c nticos que se escuchan en las marchas de protesta y el llamado a no consumir productos espa_oles, con los hechos vand licos perpetrados por encapuchados (ante la mirada indiferente de las fuerzas de seguridad) contra algunas oficinas de empresas de capitales espa_oles en Argentina.
Con respecto a este oltimo punto, adem s de repudiar poblicamente estos hechos de violencia que confunden el verdadero sentido del boicot, quiero destacar que me llama poderosamente la atenci¢n la no intervenci¢n de las fuerzas de seguridad. Digo esto pues pocos d¡as antes fu¡ uno de los seis o siete hombres que acompa_ados por alrededor de quince mujeres, intentamos demorar la salida del ¢mnibus que llevaba a la tripulaci¢n de Iberia desde el hotel Sheraton al aeropuerto de Ezeiza. Mientras persegu¡amos nuestro objetivo mediante una «sentada pac¡fica» en el acceso al estacionamiento, llegaron dos dotaciones de Guardia de Infanter¡a y hasta un cami¢n de Bomberos, y fuimos reprimidos brutalmente, resultando hospitalizado un compa_ero como consecuencia de los golpes recibidos.
Pero regresando a los t’rminos del Sr. Lop’rfido, quiero decir que sus agravios, adem s de inaceptables, evidencian una vez m s el menosprecio de los funcionarios gubernamentales por el inobjetable reclamo organizado de la gente, y la manera en que siguen subestimando nuestra voluntad e inteligencia.
Para tranquilidad de los Sres. del Gobierno en general, quiero decirles que de estar con vida mis abuelas, Do_a Esmeralda Alba y Do_a Encarnaci¢n Ram¡rez Dorrego, con la misma vitalidad, honestidad y fuerza que caracterizaron sus vidas hasta sus oltimos d¡as, estar¡an acompa_ando las medidas (con tanto dolor como indignaci¢n por cierto) de boicot comercial a Espa_a. Tal como lo hacen hoy en d¡a la madre de mi mujer y sus cuatro hermanos espa_oles que habitan suelo argentino desde hace m s de cincuenta a_os.
En realidad, no es m s que lo que hicieron los espa_oles contra productos franceses en el a_o 1997, y lo que est n haciendo hoy para detener los abusos de las compa_¡as petroleras.
El Sr. Presidente habl¢ de discriminaci¢n. Discriminar, segon el diccionario, quiere decir: separar, distinguir, separar una cosa de otra. Ser¡a bueno que hicieran esto el Sr. De la Rua y sus funcionarios para dirigirse al pueblo de la Naci¢n con seriedad y respeto.
Deber¡an separar el concepto de «inversi¢n» del de «ganancias». El de lucro del de rentabilidad. Deber¡an decir que adem s de invertir en Argentina, Respsol/YPF factur¢ el a_o pasado mucho m s de 6000 millones de pesos. M s de tres veces lo que factur¢ en Espa_a y el resto del mundo (2000 millones aprox.). Que pese a ello se ha retirado de pueblos en todo el pa¡s (como Mosconi en Salta) abandonando a sus habitantes a la indigencia y la miseria.
Hoy todos saben lo que pas¢ con Aerol¡neas Argentinas. Pero quiz s pocos conocen que en el fallo del jucio por la muerte de la Comisario Lilian Almada (que cay¢ del avi¢n al abrirse la puerta en vuelo), consta que se privilegi¢ el lucro por sobre la seguridad. Como lo habr¡an hecho cuando incorporaron a la flota de Austral el viejo DC9 de Iberia que cay¢ en Fray Bentos.
No s¢lo deber¡an nuestros funcionarios decir esto. Deber¡an hacer algo para que esto no suceda. Sin embargo, prefieren ser funcionales al mandato de los inversionistas espa_oles y continoan diciendo (aon a riesgo de contradecirse una vez m s) que por ejemplo, el tema de Aerol¡neas es un tema «empresarial», de un «mal gerenciamiento». Y callan que quienes «gerenciaron» Aerol¡neas fueron ni m s ni menos que funcionarios del Gobierno Espa_ol.
Hablo de «mandato» espa_ol pues justamente el ministro espa_ol Piqu’ hizo poblicamente este pedido al Gobierno Argentino (adjunto a continuaci¢n art¡culo de prensa). Es m s, el Sr. Lop’rfido en sus declaraciones de ayer reproduce casi textualmente la orden de Piqu’ al hablar de que «…habr que hacer mucha docencia entre la poblaci¢n…» (sic).
Aunque continoen pretendiendo confundirnos, los argentinos sabemos quienes fueron y son los responsables del vaciamiento de Aerol¡neas Argentinas. Comprendemos tambi’n que la soluci¢n ser posible s¢lo a trav’s de una negociaci¢n de Estado a Estado.
Por ello y para lograrla, participamos activa y pac¡ficamente del boicot a empresas de capitales espa_oles en Argentina. Sabemos que no empujaremos a la quiebra a ninguna empresa, por lo que los trabajadores (muchos de los cuales han apoyado expl¡citamente esta medida) no s¢lo conservar n sus puestos de trabajo, sino que lo har n en empresas que pondr n especial atenci¢n en no repetir los abusos de los oltimos a_os, ni har n prevalecer el lucro de manera despiadada.
En cambio, s¡ disminuiremos las multimillonarias ganancias que hoy obtienen (las primeras ocho empresas facturaron cerca de 15.000 millones en el 2000) y haremos que presionen al Gobierno de su pa¡s para que cese la presi¢n al Gobierno Argentino, la extorsi¢n a los trabajadores y repare en parte el da_o provocado a nuestra L¡nea de Bandera asumiendo al menos la deuda generada por su gesti¢n. Sin duda, ejerciendo este derecho llamaremos a la reflexi¢n al Gobierno Espa_ol, para que prevalezca la sensatez, y as¡ asuma el menor costo para los intereses comerciales globales del Reino de Espa_a en Argentina.
No nos conforma la trillada excusa de «la herencia» utilizada una y otra vez por el Gobierno. Como bien le contest¢ un compa_ero al Sr. Gallo noches pasadas, no se puede desconocer la continuidad jur¡dica. Le dijo algo as¡ como: «…no estar n pretendiendo que lo votemos al Dr. Menem para que lo arregle…..No, gracias!». Yo agregar¡a que para el caso, bastante alcanza ya con que hayan convocado al Dr. Cavallo, uno de los principales responsables argentinos de lo que sucede en Aerol¡neas.
Quienes luchamos hoy por nuestra dignidad, continuamos garantizando los hist¢ricos lazos de hermandad y cofraternidad con los trabajadores y el pueblo de Espa_a (quienes seguramente padecen tambi’n muchas veces, el resultado de la conducta de sus funcionarios gubernamentales). Simplemente, como ellos, no aceptamos que algunos (propios y/o ajenos) nos roben adem s del patrimonio los derechos, el trabajo y la justicia; y continoen por la vida, al abrigo de la impunidad.
Ricardo Frecia
Jefe de Cabina Aerol¡neas Argentinas