Estas cuestiones están muy claras, por ejemplo no se había tasado como precio final el precio de la ruta. Precios que históricamente tenían precios muy altos para la misma época de otras empresas.
Precio vil, para una venta vil
La empresa se vendió a precio vil, y para cubrir todas las desprolijidades, nunca dejamos de dudar de que en el propio proceso habían existido pagos en efectivo de favores, porque llamativamente cuando vimos el primer balance de Aerolíneas Argentinas -los que seguimos investigando como fue todo este proceso- vimos dos errores muy profundos y directos como que Iberia al otro día de haber tenido en su poder el manejo de la empresa había hipotecado toda la flota y tomado un crédito con el que pagó las primeras cuotas que debía al Estado argentino en concepto de compra. O sea que pagó la empresa con la hipoteca de los propios aviones y bienes del Estado.
Gastos de privatización
Otro tema que figura en el balance es un rubro que plantean como «gastos inherentes a la privatizaci¢n», de 77 millones y medio que, a todos los t’cnicos, contadores y especialistas que vieron ese balance, no les cabe duda que fue el pago de la coima, que aparece ahora con el tema del lavado de dinero, a partir de que hubo bancos que permitieron que se lavara ese dinero, a trav’s de algunos bancos como los de Moneta.
No nos sorprender¡a si en todo este proceso encontramos que tanto Dromi, que es uno de los acusados, Barra que fue quien como Vice ministro o Secretario del Ministerio de Obras y Servicios Poblicos, en su momento, hab¡an armado los pliegos de privatizaci¢n. El mismo Barra, seis meses despu’s como presidente de la Corte Suprema inventa el procedimiento del Perl Saltum, que fue lo m s escandaloso que tuvo la justicia argentina en toda su historia, que significaba que una causa que un juez hab¡a dictado la medida de no innovar, o una medida cautelar para frenar el proceso de privatizaci¢n, como Barra estaba presid¡a la Corte, inventan el proceso del Perl Saltum donde el expediente no pas¢ por la C mara, fue directamente a la Corte y en 12 minutos en que el juez promulg¢ la sentencia hasta que lo tom¢ la C mara, saca la medida aquella y con ello voltea el primer fallo del juez Garz¢n Funes, quien hab¡a tomado el recurso de amparo que presentamos junto al diputado Moises Fontella desde APA.
Barra fue uno de los que estuvo en los dos lado del mostrador en aquel momento y tambi’n se lo acusa de estar involucrado en d¢nde est n esos 77 millones de d¢lares, al margen de todos los funcionarios del menemismo que hoy est n siendo investigados.
Este es el raconto del proceso de privatizaci¢n. Y no nos cabe duda de que a partir de ese proceso se crearon irregularidades de todo tipo.
Aparece Cavallo
Cavallo tuvo mucha intervenci¢n y responsabilidad en diferentes desprolijidades posteriores, conduciendo como canciller primero y luego como ministro de Econom¡a las irregularidades de este proceso, y la profundizaci¢n de aquellas irregularidades bajo su mandato. El particip¢ directamente de una de las privatizaciones de Aerol¡neas Argentinas donde el Estado nacional hab¡a vuelto a re-comprar la empresa en un 55 %, volviendo a ser socio mayoritario de la empresa, con un costo alt¡simo cuando Iberia no hab¡a terminado de pagar, y el Estado tuvo que salir a poner mucho dinero para que no se cayera esta privatizaci¢n, que hab¡a sido tomada como el modelo y muestra hacia los capitales, hacia los inversores externos de lo que Argentina estaba dispuesta a hacer.
Quisieron dar se_ales tan claras al establishment de lo que estabamos dispuesto a hacer que permitieron esta serie de irregularidades absolutas en el proceso de privatizaci¢n de Aerol¡neas Argentinas. En ello est n involucrados, creo que la primera l¡nea de gobierno de Carlos Menem, o tuvo que haber habido algon funcionario que haya sabido.
S¢lamente fuimos los trabajadores, y aquellos que en algon momento se opon¡an porque estaban desde algon punto de vista en oposici¢n al gobierno, pero que despu’s al llegar al gobierno se hicieron los distra¡dos, los que nos opusimos.
Actas que se llev¢ el viento
Tengo un acta firmado en 1991/ o 92 en el Sal¢n de los Pasos Perdidos, cuenta con la firma de muchos de los que hoy son gobierno, donde se compromet¡an a revisar el proceso de privatizaci¢n de Aerol¡neas. En aquel momento todo el mundo sab¡a que era escandaloso, pero el menemismo estaba en su apogeo y en su momento m s fuerte y se hac¡a muy dif¡cil convencer a la sociedad, o estaba confundida por los oltimos golpes del fin del gobierno alfonsinista, no quer¡a escuchar hablar de empresas estatales y parec¡a que todo lo que dec¡amos era por defender cuestiones corporativas. Hubo un debilitamiento de la sociedad en aquellos a_os que pese a todo lo que dijimos no alcanzaba a revertirlo. Obviamente que a todos los que cre¡amos que era cierto se firmaron actas, entre las que est Chacho Alvarez, hay muchas firmas del actual gobierno que se comprometieron a revisar este proceso de privatizaci¢n.
Retomar el manejo de la empresa
Por eso hoy, febrero de 2001, si bien parecer¡a fuera de lugar hablar de reestatizaci¢n de empresas poblicas, creo que ese debate va a tener que plantearse sin la timidez de algunos sectores, sino salir a hacer un fuerte debate nacional, quiz el Estado tendr¡a que intervenir como regulador y controlador de los servicios privatizados, aquellos que funcionan, pero con tarifas alt¡simas. Pero en el caso de servicios poblicos donde la privatizaci¢n demostr¢ que no sirvi¢, como en el caso de los ferrocarriles donde se levantaron miles de kil¢metros de ramales, o el de Aerol¡neas, tiene que ser el Estado el que vuelva a tomar el manejo de esta empresa, volver a ponerla en su lugar y darse cuenta que el proceso de diez a_os que vivimos con el menemismo, fue un proceso nefasto para la sociedad y la naci¢n argentina. No s¢lamente vendimos las joyas de la abuela, sino que tambi’n a la abuela y a mal precio. Entonces creo que est m s que legalizada la oportunidad de hablar de reestatizaci¢n de una empresa poblica cuando prestaba servicios.
Ariel Basteiro
Sec. Gral de la Asociacion del Personal Aeron utico