A juicio de ecologistas, los antecedentes de Bush no lo colocan como inclinado a la protección del ambiente. Cuando el presidente de Estados Unidos fue gobernador de Texas designó a representantes de empresas petroleras, químicas y de bienes raíces para dirigir la oficina estatal de control de la contaminación.
El ex candidato presidencial del Partido Verde, Ralph Nader, dijo que el nuevo mandatario es «una corporación multinacional con aspecto humano». Bush sin embargo, deberá gobernar con un Congreso dividido en dos bloques casi iguales, entre republicanos y demócratas, por lo que se esperan muchas negociaciones para las nuevas políticas gubernamentales.
En opinión de los ambientalistas, una de las pruebas más importantes para la gestión de Bush será el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático del planeta, firmado en 1997 y todavía pendiente de ser ratificado. Estados Unidos es señalado como el mayor productor de las emisiones causantes del recalentamiento global.
Aunque el nuevo presidente atac¢ al Protocolo de Kyoto, reconoci¢ que hay suficiente evidencia cient¡fica para promover en Estados Unidos la
reducci¢n de estos gases contaminantes, producidos por veh¡culos e industrias que usan combustibles como el petr¢leo.
Se espera, entretanto, que la presi¢n internacional, especialmente de Europa, haga que Estados Unidos se mantenga dentro de las negociaciones del Protocolo de Kyoto.