Uno de los tramos previstos, la llamada ruta norte, atraviesa la reserva Mindo-Nambillo. El coste previsto asciende a 1.200 millones de dólares. La reserva Mindo Nambillo constituye uno de los escasos restos de bosque primario de niebla andino, con 450 especies de aves, casi el 5% del total mundial, y de las cuales un total de 46 están en grave peligro de extinción.
La reserva también es un importante centro de ecoturismo, actividad que proporciona empleo al 70% de la población local. El oleoducto puede destruir esta valiosa reserva, a causa de la deforestación, pues supondrá la tala de un corredor de 7 metros de ancho a lo largo de 14 km por el interior de la reserva, la apertura de carreteras, la colonización y el vertido de petróleo, lo que tendría un gran impacto sobre la biodiversidad y los ingresos de la población local.
A mediados del pasado mes de junio hubo un vertido de más de 7.000 barriles de petróleo en otro oleoducto situado al este de Quito, y desde 1998 ya se han producido 14 rupturas en ese oleoducto, habi’ndose vertido 145.000 barriles de petr¢leo.
La posibilidad de accidentes no es una posibilidad, sino una realidad que ha ocasionado un gran impacto ecol¢gico, econ¢mico y social, al destruir los medios de vida de los habitantes de las zonas afectadas. La zona donde REPSOL-YPF quiere construir el oleoducto (el proyecto fue aprobado recientemente), registra numerosos terremotos y deslizamientos, por lo que los accidentes son inevitables, y m s si se tiene en cuenta el negro historial ambiental de las empresas implicadas, a una de las cuales el Ministerio de Medio Ambiente de Ecuador acaba de imponer una multa de 13.800 d¢lares por talar rboles en un rea protegida.
El proyecto adem s es innecesario, pues la soluci¢n m s l¢gica ser¡a ampliar los dos oleoductos ya existentes, sin destruir nuevas reas, y con unas inversiones m s reducidas. Ecuador padece una grave crisis econ¢mica, con el 52% de la poblaci¢n ganando menos de 2 d¢lares diarios, y el presidente Gustavo Noboa pretende que el proyecto se lleve a cabo, sea cual sea el impacto ambiental y sobre los ingresos presentes y futuros de otras actividades alternativas, como el ecoturismo y la agricultura. Conviene recordar que en este tipo de macroproyectos la corrupci¢n es la norma, y m s en un pa¡s como Ecuador.
Los Verdes-Izquierda Verde consideran totalmente innecesario el oleoducto previsto, ya que bastar¡a con ampliar los dos existentes, y por el impacto sobre la biodiversidad, la agricultura y el turismo, y denuncian las actividades de la multinacional espa_ola REPSOL-YPF. Igualmente consideran urgente que el gobierno regule y pida responsabilidades por el da_o que ocasionan algunas multinacionales espa_olas en el exterior, como es el caso de REPSOL-YPF.