El aceite de orujo con altos contenidos de benzopireno, la intoxicación de miles de personas con aceite de colza con anilinas o la epidemia de las vacas locas que se ha extendido por media Europa, son una clara manifestación de un modelo de inseguridad alimentaria que se manifiesta En el caso del aceite de orujo el propio Ministerio de Agricultura reconoce que la actual crisis se originó sólo por el rechazo checo el pasado 27 de mayo, y no porque a nuestros gobernantes les interese la salud de los consumidores. Ya en el mes de enero el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sabía que los aceites de orujo contenían benzopireno, a raíz de los análisis que se hicieron porque Holanda había detectado benzopirenos en unas partidas de aceite de girasol. El retraso en emitir una alerta sanitaria prueba una vez más el escaso respeto que el gobierno de Aznar tiene por la defensa de los intereses y la seguridad de los consumidores. Ya en el pasado, el gobierno español, a través de la entonces ministra Loyola de Palacio, impidi¢ adoptar medidas serias para contener la enfermedad de las vacas locas.
La transici¢n a una agricultura y ganader¡a ecol¢gica es una necesidad imperiosa, y as¡ empiezan a entenderlo los consumidores. La agricultura biol¢gica en Europa pas¢ de un mill¢n de hect reas en 1990 a cerca de 4 millones en 2000. Los transg’nicos tendr n consecuencias mucho m s graves y prolongadas que la contaminaci¢n con benzopireno o la epidemia de las vacas locas, y suponen el oltimo eslab¢n de un modelo insostenible que empobrece a los agricultores y perjudica a los consumidores, beneficiando s¢lo a unas pocas empresas multinacionales, con un enorme poder de manipulaci¢n e influencia sobre algunos gobiernos, como el espa_ol.
Los Verdes-Izquierda Verde piden la transformaci¢n de nuestro sistema agroalimentario, dando prioridad a la agricultura biol¢gica y a los procesos industriales limpios, y reclaman un control estricto de los alimentos que consumimos, sin injerencias de las grandes empresas cuyas pr cticas, toleradas y subvencionadas por la administraci¢n, ocasionan la actual crisis de seguridad alimentaria.