Los manifestantes exigen las respectivas indemnizaciones y la reubicación de los pobladores afectados. Quienes tomaron las oficinas ministeriales son representantes de poblaciones enteras de 12 de los 26 estados brasileños, que fueron afectados directamente.
Todos ellos son militantes del Movimiento de los Sin Tierra y aseguran que hay un millón de personas desplazadas en el país por la construcción de las represas. «Agua para la vida y no para la muerte», gritaban los ocupantes.
Helio Mecca, uno de los dirigentes de la toma, puso de ejemplo la situación de familias que han vivido por mas de medio siglo a la orilla de los ríos, y que de la noche a la mañana debieron abandonar sus tierras por el incremento del nivel del agua causado por las hidroelectricas. Jamás fueron indemnizados, ni por el Estado, ni por las empresas.
Mecca dijo que hasta el 2015 el Estado tiene planificado construir 494 represas mas. Esto significaria miles de familias mas seran afectadas. La propuesta del MST es la de democratizar la politica energetica y llegar a consensos para las obras a realizarse. (Br/YZ/Po-Au/Cs-Pe/mc)