El nombramiento de María Teresa Estevan Bolea como presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), es como poner al zorro a cargo de la seguridad del gallinero, pues de sobra es conocido el historial de la hoy presidenta, conocida como Miss Harrisburg, y supone un paso más para intentar relanzar el moribundo programa nuclear, que no tendría grandes implicaciones, de no ser porque precisamente se ha puesto a esta conocida pronuclear al frente del organismo de la entidad que debe velar por la seguridad de las centrales nucleares.
Cabe igualmente preguntarse si el gobierno de José María Aznar apoya las declaraciones de Estevan Bolea. De hacerlo supondría un hecho aún más grave, como lo es mantenerla en un cargo que requiere la independencia necesaria para velar por la seguridad de las centrales nucleares. Llama la atención la voluntad de la nueva presidenta del CSN de alargar «60 años y más con modificaciones» la vida útil de las centrales nucleares existentes, lo que contradice las más elementales normas de seguridad, y merma la necesaria credibilidad del CSN como organismo independiente de los intereses de la industria nuclear.
No menos demag¢gicas y contrarias a todas las investigaciones son las afirmaciones de que la energ¡a nuclear es «la m s limpia, la m s barata, y la m s segura». La energ¡a nuclear, por el contrario, es la m s peligrosa (v’ase Chern¢bil, proliferaci¢n nuclear), la m s sucia (residuos radiactivos) y la m s cara, y por estos motivos la pr ctica totalidad de los pa¡ses han paralizado la construcci¢n de nuevas centrales nucleares, y pa¡ses como Suecia y Alemania prev’n el cierre de sus centrales nucleares.
Las alternativas son el aumento de la eficiencia energ’tica y el desarrollo de las energ¡as renovables, y no la construcci¢n de nuevas centrales nucleares. En la oltima Cumbre del Clima de Bonn se excluy¢ expl¡citamente a la energ¡a nuclear de los mecanismos del Protocolo de Kioto.
Los Verdes-Izquierda Verde rechazan la idea de prorrogar otros 10 a_os m s el permiso de funcionamiento de la central de Zorita (Guadalajara),que caduca en octubre de 2002, dado su lamentable estado de seguridad y la pretensi¢n de construir un Almac’n Temporal Centralizado para los residuos de alta actividad.