Algo similar ocurre o puede suceder en otras regiones o nacionalidades de España. Lo último que salta a la prensa es la campaña escolar de claros tintes de ultranacionalismo, partidismo y sectarismo.
Hasta lo ha denunciado el PP. Lo patético de esa campaña para escolares es que se busca el enfrentamiento a toda costa con el Gobierno central por temas como la «deuda histórica» o el submarino Tireless. En Andalucía el 90 por ciento de los estudiantes quieren ser funcionarios y tan solo el 10 por ciento empresarios, pero en Cataluña sucede a la inversa. Este dato lo ignoran los políticos andauces porque casi todos son funcionarios en excedencia, y no valoran al empresario, al emprendedor, al creador de riqueza; al menos ya no pregonan que el empresario es un esplotador.
Campañas para fomentar el «hacer pensar», el espíritu creador, el respeto al diferente, el respeto a la vida, para fomentar la motivación por aprender y servir a la sociedad es lo que a mi juicio precisa cualquier comunidad que quiera progresar, tener lugar destacado entre las familias de la humanidad.
Dar n imagen penosa, de barbarie si a sus estudiantes se les adoctrina para el odio, la violencia, la exlusi¢n del diferente, la confrontaci¢n a base de falsedades hist¢ricas.
Antonio Rosales Fernandez

