Un informador no puede mentir afirmando que los católicos están descontentos con la postura de sus obispos ante la pretensión del PP y PSOE de que les apoyaran en contra del PNV. Quienes están descontentos son esos partidos. Y ahora nos enteramos de que Zarzalejos ha cerrado filas con Aznar, presionando a sus mejores plumas a calumniar a los obispos, no por encomiables ideales sociales, sino porque sueña con que su hermano Javier ocupe la cartera de Interior. No está sino haciendo méritos a costa del buen nombre de ese diario. Lamentable. Aspirar a cargos es legítimo. Pero si se hace a costa de la verdad, de la honra de alguien y de los legítimos intereses de la empresa en la que se trabaja, entonces es una aspiración
torticera.
Vicente J Soriano Sanchez

