Los que tuvimos mas suerte y conseguimos llegar a la par que el autobús que transportaba a los puntuales y avispados que el día anterior tuvieron la perspicacia de enterarse del cambio de hora del pase de la película y lugar del posado para los fotógrafos,- así como de hacerse con el manojo de folios instructor-, pudimos acceder a la masía tras unas palabras con el director del certamen, Angel Sala, al que comunicamos nuestro desconcierto obteniendo como respuesta que se trataba de una exigencia de la productora. “ Entrad pero no hagáis preguntas en la rueda de prensa puesto que no habéis visto el film”, afirmó. ¡ No lo podíamos creer!.
Una vez tras la verja, fotógrafos al jardín y redactores a la sala…sin poder acceder los primeros a la rueda de prensa y los segundos a la sesión fotográfica; así que los periodistas que habían acudido para realizar las dos funciones ( fotógrafo-redactor) tuvieron que elegir. Y todo para que Hopkins posara durante menos de tres minutos, de mala gana e intentando escabullirse entre los setos del parque. La rueda de prensa duró lo anunciado. 45 minutos que utilizó mas el traductor que los protagonistas ya que estos se empeñaban en no querer entender las preguntas de los asistentes. Rodeados de “ provocadores seguratas” de negro, gafas oscuras y mascadores de chicle, estábamos mas pendientes de no saltarnos las normas que de las respuestas del propio Anthony, que decir dijo poco, pero nos regaló una serie completa de poses estilo Hannibal, ignoramos si para asustarnos o respondiendo a una moda de Hollywood. Tanto, que aunque se nos hubiera permitido acercarnos a la mesa dudo de que alguien se atreviera a pedirle un simple autógrafo. Esta cronista, a la española, se atrevería a asegurar que Anthony Hopkins tiene la mirada demasiado perdida, habla solo y está un poco sordo, a no ser que se trate de una imagen perfectamente estudiada. Aunque aseguró que no se siente poseído por el espíritu de Hannibal y que somos los periodistas los que consideramos complicado el cambio de personalidad de un actor, juraríamos que el que estaba ahí sentado era el propio Lecter con toda su carga esquizofrénica.
Como datos anecdóticos del rodaje del film poco podemos apuntar. Solo que, según Dino De Laurentiis, Jodie Foster le impuso demasiadas exigencias para el rodaje por lo que tuvo que decirle “ bye bye” , ya que “ así como Anthony es un actor único ella no lo es”, afirmó el productor. “ El Dragón Rojo” es una adaptación de la novela de Thomas Harris debido a que la adaptación original del libro,- “ Hunter”, dirigida por Michael Mann en 1988 -, no consiguió aprovechar las muchas tramas de la novela, situaciones que según De Laurentiis constituyen la base del guión de “ Drangón Rojo”. Respecto a la escena donde aparece el exterior del psiquiátrico en el que se encuentra recluido Hannibal Lecter, ha tenido que ser copiada de la película “ El Silencio de los Corderos” a causa de que cuando fueron a grabar el edificio había sido demolido. Así, en los créditos aparece una mención a dicho film que no debe despistar al espectador.
Al margen de la atropellada presentación por parte de la productora, se trata de una película que dará mucho que hablar y que no decepcionará a los seguidores de este psiquiatra capaz de hacer tambalear la mente del mismísimo Will Graham, agente del FBI y autor de la detención de Lecter, personaje encarnado a la perfección por Edward Norton. Ralph Fiennes ( Francis Dolarhyde), Emily Watson ( Reba McClane), Mary Louise Parker ( Molly Graham), Harvey Keitel ( Jack Crawford), Philip Seymour Hoffman ( Dr. Frederick Chilton), Robert Randolph Caton ( jefe del museo), Barbara Kerr Condon, Thomas Curtis y Tyler Patrick Jones, completan el fabuloso reparto de “ Red Dragon”.
Gema Castellano
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