Así, Enrique Cabello, subdirector general del BBVA, explicó que un estudio reciente realizado en EEUU por Vinod Singhal y Kevin Hendricks confirma que «en todas las empresas en las que se implanta un modelo de gestión de calidad hay aumentos significativos de resultados». En el estudio, los dos profesores han analizado durante cinco años a un total de 600 empresas norteamericanas antes y después de la implantación. En estas organizaciones, se detectaron aumentos de un 73% en la explotación de ingresos, de un 33% en las ventas y de 49% en los recursos. Cabello destacó que estos datos son perfectamente importables a las empresas europeas porque los sistemas de gestión de calidad son muy similares.
En la misma línea intervino Josep Navas, subdirector general del Banc Internacional d’Andorra – Banca Mora, la entidad financiera líder del país que el pasado 30 de octubre recibió por segunda vez el premio europeo de la calidad correspondiente a las pequeñas y medianas empresas otorgado por la EFQM (Fundación Europea para la Gestión de la Calidad). Navas describió el proceso de implantación del modelo de excelencia basado en los nueve criterios de la EFQM y destacó que, en el caso de su entidad, entre 1994 y 2001, la gestión de los recursos de los clientes aumentó en un 120%, pasando de los 2.900 a 6.400 millones de euros. Más espectacular fue el incremento de los beneficios: en 1994 fueron de 38,5 millones de euros, mientras que en 2001 llegaron hasta los 124,5 millones, lo que supone un incremento del 223%.
En Europa, más de 20.000 organizaciones y más de 10.000 pequeñas y medianas empresas siguen el modelo de excelencia de la EFQM para satisfacer sus inquietudes de mejora continua. Precisamente, representantes de empresas catalanas de diferentes sectores expusieron en las jornadas sus experiencias prácticas en la aplicación del modelo de la EFQM, del que todos destacaron su adaptabilidad a las necesidades de cada organización. Joan Llivina, director de la empresa de tejidos técnicos Estambril, aseguró que en los últimos años mantienen un crecimiento anual del 33%, mientras que Olga Carrera, responsable operativa de calidad de Assegurança Santasusana, afirmó que en los dos últimos años han incrementado en un 30% su volumen de facturación. Para Xavier Soca, responsable de calidad de Noguera Piñol, una empresa del sector de la automoción, «las ganancias obtenidas con la aplicación del modelo de la EFQM son considerables, sobre todo la organización profesionalizada». Por su parte, Jordi Canals, director de calidad de la empresa Epidor, de distribución de componentes industriales, valoró por encima de los beneficios económicos el hecho de que el modelo de la EFQM convierte a la empresa en más competitiva y la mantiene en el mercado: «La pregunta no es si la calidad da beneficios, sino dónde estaríamos ahora sin la calidad».
Para Jaime Lloret, presidente de la Asociación Española de Calidad (AEC), la calidad es «la decisión política de someter a la empresa a un proceso permanente de mejora». Es permanente porque el camino a la excelencia no tiene fin: «La calidad total es la que empieza hoy, sigue mañana y mejora al día siguiente». La clave para avanzar a la excelencia empresarial, según Jaime Lloret, es «preguntar al público qué quiere».
Los ponentes también destacaron que otro de los pilares básicos para el éxito de la implantación del modelo de gestión es la comunicación con los empleados, que deben sentirse partícipes de todo proceso. «El trabajador se implica en sus tareas cuando sabe qué esperamos de él», sentenció Salvador Boix, director del centro de certificación del Laboratori General d’Assaig Investigacions (LGAI) de la Generalitat. Boix explicó en las jornadas que «el futuro está en la integración de los diferentes sistemas de gestión de calidad, de medio ambiente y de seguridad». «El reto -aseguró- es tener un sistema robusto que pueda englobar todos estos aspectos y que éstos se puedan gestionar cómodamente». Según Boix, «lo primero que tiene que hacer una organización es identificar la legislación vigente que se aplica a su producto o servicio. A partir de estos mínimos, debemos empezar a aplicar los sistemas de gestión».
Para Valentí Castell, de la consultoría Deloitte & Touche, el futuro de la excelencia está en «aplicar un modelo de procesos, más operativo y concreto». Castell explicó que las diferentes ISO aplican la normativa y que el sistema de excelencia de la EFQM se basa en la estrategia empresarial. En cambio, existe un vacío en cuanto al cómo aplicar estos sistemas complementarios: «Hace falta crear un marco común de actuación que ordene todos los modelos».
Joan Tugores, rector de la Universitat de Barcelona -institución en la que se integra la Fundació Bosch i Gimpera-, clausuró las jornadas «El camino de la empresa catalana hacia la calidad total» con dos eslóganes: «Si la calidad es cara, mucho más cara es la falta de calidad» y «para las empresas, la calidad no es un objetivo, sino un prerequisito para permanecer en el mercado».
JORNADAS DE CALIDAD DE LA ESCUELA DE NEGOCIOS LES HEURES: LA EXCELENCIA GENERA BENEFICIOS
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