Según el avance del informe anual publicado por el ISAAA, un insituto
encargado
de analizar la evolución de las cosechas de organismos modificados
genéticamente en
el mundo, estas han aumentado un 11%, alrededor de 4,3 millones de
hectáreas, en
el último año. Este resumen recoge que el área de OGMs cultivados
superar los 44
millones de hectáreas. Esta cifra se puede comparar al doble de toda la
superficie
agrícola española.
En los últimos cinco años el número de hectáreas cultivadas semillas
modificadas
genéticamente ha aumentado desde 1,7 millones de hectáreas en 1996 hasta
los 44,2
millones que hay cultivados en la actualidad.
El país que ha experimentado un mayor aumento de hectáreas en el año
2000 es
Argentina (3,3 millones), que ha pasado de cultivar 6,7 millones en 1999
a los 10
millones actuales. En Estados Unidos hoy por hoy se cultivan 1,6
millones de
hectáreas más que en 1999, año en que se plantaron 28,7 millones.
Australia,
Sudáfrica y China también han experimentado un aumento considerable en
el número
de superficie cultivada. Por el contrario, en Canadá se ha reducido en
un millón el
número de hectáreas. Este descenso se debe a la bajada de los precios de
la colza, el
principal OGM cultivado en aquel país, por lo que los agricultores han
decidido sembrar
otros cultivos.
A mayor distancia se encuentra Europa donde se han mantenido las
hectáreas de
organismos modificados genéticamente en España, Alemania y Francia y
aumentan las
cosechas de soja y patatas modificadas genéticamente en Rumanía y de
maíz
tolerante a herbicidas en Bulgaria.
En cuanto a la clasificación por cultivos, la soja ocupa el primer
puesto (58%), ya
que las hectáreas cultivadas ascendieron a 25,8 millones. Le sigue el
maíz (23%) con
10,3 millones de hectáreas, el algodón (12%) con 5,3 millones y la colza
(7%) con 2,8
millones de hectáreas cultivadas.
Por último, en lo que respecta a las modificaciones genéticas más
utilizadas por
los agricultores, destacan los organismos modificados genéticamente
tolerantes a
herbicidas (74%) sobre los resistentes a insecticidas (19%). Las
semillas que incluyen
al mismo tiempo las dos primeras propiedades alcanzan un porcentaje del
(7%).