La prepotencia de Marruecos y el cinismo de darle la vuelta a la situación, diciendo que ha sido España la agresora, demuestra que nunca ha tenido la intención de solucionar ninguno de los problemas que le ha creado a España.
Por otro lado, es vergonzoso que el Sr. Chaves diga que va a dar a Marruecos dinero, un dinero que el Gobierno español le ha dado para que administre su región y solvente los problemas económicos y laborales que padece. El Gobierno no debería consentirlo, como tampoco debería consentir que Jordi Pujol abra en Marruecos -como dijo hace unos días- una oficina de contratación de emigrantes. ¿No tenemos bastantes ya? Además, mientras dice que va a abrir la citada oficina, su delfín, Artur Mas dice que no puede absorber a ninguno de los emigrantes que hay en las Canarias, una contraposición típica de los gobernantes de Cataluña desde que entraron en la escena política.
Teresa Martín Peñafiel