Lo militar se concreta en los pantalones de tipo cargo, que se hacen hasta los tobillos o con largo pirata. Se realizan en distintos materiales, como pana combinada con nylon en los bolsillos, que se cierran con cremalleras. También se hacen en raso grueso, en loneta y piel de melocotón. Los clásicos de cinco bolsillos adquieren una nueva imagen gracias a las texturas y estampados, tan variados como originales. De cintura baja y pierna ligeramente acampanada, muestran motivos inspirados en los papeles pintados de la Inglaterra victoriana o en dibujos de un barroquismo decadente. Reproducciones pictóricas de colores vivos y motivos folk se imprimen sobre denim y loneta, terciopelo y pana, en algunos modelos combinando los estampados con tejidos lisos. Otra variante son las rayas, de distintos gruesos, en bicolor, multicolores o con la elegancia y sobriedad de las diplomáticas.
Un color de impacto por lo insólito es el crudo, poco frecuente en la temporada invernal. Junto a éste, se proponen los tonos vivos, como el rojo, fucsia y anaranjados. Más acorde con el otoño está la generosa gama de verdosos y marrones, con variantes como el oliva y el caqui para los primeros y distintos tonos tierra entre los marrones. Los grises y azules, como el jean y el petróleo también están en una colección en la que no falta el negro.
Entre los materiales destacan las panas y terciopelo, loneta, piel de melocotón, lana, raso, antelina, crêpe y denim.