Sería muy peligroso que salieran adelante las propuestas de la Directora General de Prisiones, Gallizo, que ha nombrado ZP, de aumentar los tercer grado de los presos., para disminuir la población de las cárceles. La Directora general de Prisiones, Gallizo, ya famosa en tan poco en estos meses por sus controvertidas declaraciones y decisiones, como la «purga» de la mitad de los directores de las cárceles españolas de un solo golpe. O también famosa lo que los funcionarios de prisiones denunciaron acerca de la perfecta organización de los presos islamistas y etarras en las cárceles españolas, negándolo tajantemente, frente a la evidencia de los trabajadores.
A raíz de los crímenes de Hospitalet hay tomar medidas sobre el particular. Que se investiguen al juez, médico, psicólogo y demás responsables que concedieron esa libertad condicional al asesino de las dos policías.
Y que este tipo de permisos cesen de una vez para los violadores y asesinos al menos, para que no se repitan sucesos como los de Hospitalet, a las que nos tienen tan acostumbrados ese tipo de sujetos.
De paso que la Directora General, Gallizo, dimita por proponer que se abaraten los tercer grado. Por lo visto, no le parecen bastantes los delitos, no solo violaciones y asesinatos, que cometen estos reclusos en sus permisos.
El cumplimiento de las penas debe ser íntegro. Es doloroso e injusto ver salir de la cárcel a los que han cometido delitos de asesinato, terrorismo, violaciones mucho antes de que se cumpla su pena. Y más grave aún, cuando vemos que vuelven a reincidir.
Ana M. Carvajal Becerra
Granada
