Hay rumores de todo tipo sobre sus tíos Hub y Garth McCann (Robert Duvall y Michael Caine), dos hermanos bastante excéntricos y de pocas palabras. Se dice que de jóvenes fueron ladrones de banco, asesinos a sueldo de la mafia e incluso criminales de guerra. Aunque es imposible saber la verdad, lo que sí es cierto es que tienen una fuente aparentemente ilimitada de dinero. Sin embargo, Walter empieza a ver la otra cara de sus tíos cuando encuentra en un baúl una vieja fotografía de una hermosa mujer y decide preguntar a Garth acerca de su identidad.
Poco a poco, a través de las historias que le cuentan a la luz de luna en el polvoriento Texas, una trama cobrará vida en la fértil imaginación de Walter, una historia ambientada en un misterioso y exótico lugar del pasado donde los hombres montan a caballo y luchan con espadas, donde hermosas princesas son víctimas de jeques traicioneros y donde dos improbables héroes viven una aventura con la que los demás sólo sueñan.
Verdaderos o no, los cuentos de sus tíos le abren a Walter la puerta a un fantastico mundo nuevo. También le dan algo en lo que creer – un mundo donde el honor y el valor valen más que el dinero y el poder y un lugar que sólo le pertenece a él. Al mismo tiempo, al contar sus historias a su sobrino, Hub y Garth empiezan a ver sus propias vidas con otros ojos.
En un verano en Texas, a principios de los años sesenta, todo está a punto de cambiar para esta nueva familia de extraños.
New Line Cinema presenta Secondhand Lions, escrita y dirigida por Tim McCanlies, autor del guión de la renombrada película de animación El gigante de hierro. Está protagonizada por Michael Caine y Robert Duvall – ambos ganadores del Oscar – y por Haley Joel Osment. Los coprotagonistas son Kyra Sedgwick, Nicky Katt, Emmanuelle Vaugier, Christian Kane y Kevin Michael Haberer.
La película está producida por David Kirschner en asociación con Digital Domain Productions (Scott Ross y Corey Sienaga). Los productores ejecutivos son Toby Emmerich, Mark Kaufman, Janis Rothbard Chaskin, Karen Loop y Kevin Cooper y la coproductora es Amy Sayres. El equipo está compuesto por Gary Jones (vestuario), David Moritz (montaje), David J. Bomba (diseño de producción), Jack Green (fotografía) y Patrick Doyle (música).
SOBRE LA PRODUCCIÓN
Al igual que otros escritores, Tim McCanlies reconoce que muchos de los personajes de Secondhand Lions proceden de su pasado: «Cuando era niño pasaba muchos veranos con mi abuelo, que era tan áspero como los tíos de la película. Pero aunque mi abuelo era muy brusco también tenía un lado tierno oculto bajo muchas capas de dureza. Jugó un papel muy importante en mi infancia y crecer con una fuerte figura masculina influye mucho en la educación de un niño. Uno de los objetivos de la película era intentar comprender qué es lo que los hombres enseñan a los chicos».
Secondhand Lions sigue las cómicas aventuras de un chico introvertido llamado Walter (Haley Joel Osment) cuya madre, Mae (Kyra Sedgwick), le obliga a pasar el verano con sus malhumorados y excéntricos tíos, fallándole de nuevo tras una vida de promesas incumplidas.
Dos de los actores más aclamados del cine – Michael Caine y Robert Duvall – dan vida a Garth y Hub McCann, los dos tíos que se encuentran con la sorpresa de tener que cuidar a un niño durante un largo verano en los años sesenta. Tim McCanlies comenta que Hub – interpretado por Duvall – es una de esas personas mayores cuyas aventuras de juventud sorprenden: «Una vez terminada esa parte de su vida, Hub regresa a la casa donde él y su hermano habían crecido y se prepara para morir. Garth, encarnado por Michael Caine, vuelve para cuidar a su hermano mayor porque realmente no tiene otra cosa que hacer».
Para Hub, hacerse viejo le incomoda. «No es el hecho de hacerse mayor», explica Robert Duvall, «sino que ya no se siente útil. A los dos hermanos les gustaría sentirse útiles. Les gustaría descubrir cosas nuevas. Hablan de la muerte y de llegar a viejos pero intentan mantenerse activos. Garth hace que todo tipo de vendedores vengan a verles pero cuando llegan se pone a dispararles con una escopeta. No para matarles, sino para darles un susto. Los vendedores se convierten en un deporte y rompen con el tedio de la vida diaria».
Aunque el comportamiento brusco de sus tíos le pone nervioso al principio, Walter comienza a encajar en su vida, ayudándoles a cuidar el jardín, los cinco perros sarnosos y el cerdo y les anima a gastar algo de los millones que tienen escondidos, según los rumores, antes de que sea demasiado tarde. Desgraciadamente, no son unos compradores muy astutos y cuando adquieren un león para cazar resulta ser de «segunda mano» – cansado, enfermo e inútil.
Walter ve en el león algo que no advierten los demás, al igual que ve en sus tíos algo más que su dinero. Cuando encuentra una vieja fotografía de una hermosa mujer se propone descubrir quiénes eran realmente sus tíos. Según los rumores, fueron ladrones de banco, asesinos a sueldo de la mafia o nazis y su pasado se convierte en un misterio que Walter tiene que desentrañar.
El chico interroga a su tío Garth sobre la mujer de la foto y descubre que se llamaba Jasmine y era la princesa de la que Hub se enamoró cuando los dos hermanos servían en la Legión Francesa en el norte de África. «Imágenes de la juventud de los tíos, vistas a través de la imaginación de Walter, se entrelazan con el tiempo real de la película», señala la productora Corey Sienaga. «Estas secuencias de aventuras tienen el estilo de las viejas series y películas como El ladrón de Bagdad, con un toque de Indiana Jones. Son historias de grandes aventureros. Walter no es muy aventurero pero los cuentos de sus tíos le descubren esa faceta».
Michael Caine describe a Garth como «una persona que no para de hablar. Siempre le está contando a Walter la historia de la vida de Hub y Walter no sabe si miento o no. Pero el chico tiene su propia imaginación y ve y aprende».
Haley Joel Osment lo corrobora y añade que «Walter es una de esas personas que observa todo. Nunca ha tenido la confianza de hacer otra cosa pero la experiencia con sus tíos cambia su vida y se convierte en un hombre con convicciones».
La historia de amor entre Hub y Jasmine llega a significar para él mucho más de lo que imaginan los tíos y Walter se queda fascinado con sus cuentos exóticos. «Son cuentos muy exagerados», señala Tim McCanlies. «En la imaginación de Walter son del tipo Mil y una noches, influidos por los cómics y las películas de los años cuarenta y cincuenta. Pero estas secuencias también representan algunas de las cosas que los tíos intentan enseñarle a Walter – qué es lo que hace un hombre y cómo un hombre se consuela -«.
Kyra Sedgwick califica a su personaje – Mae – como ambiguo. «Creo que tiene buenas intenciones pero no deja de cometer errores. Es difícil estar sin marido en el año 1962 a la edad en que la belleza empieza a desvanecerse. Es muy triste y patética pero muy, muy graciosa».
La madre de Walter le ha contado innumerables mentiras y llega a la casa de los tíos totalmente confundido. Hub le dice que el hecho de que algo no sea verdadero no significa que no se deba creer. Según Robert Duvall, esto definiría la lógica particular de su personaje: «Para él las cosas que la gente considera verdaderas no son las mejores cosas de la vida. El dinero y el poder no significan nada, mientras que el valor, el honor y la virtud lo son todo. No hay que copiar las acciones de los demás sino creer en valores más altos. Y las cosas que pueden o no ser verdaderas son las cosas en las que más necesitas creer».
Todo ello queda ilustrado cuando Hub da una paliza a algunos jóvenes que se burlan de él y después les lleva a casa, cura sus heridas, les da de comer y les larga un discurso sobre cómo hacerse un hombre.
Michael Caine apunta que después de 40 años viviendo en el mismo sitio, Hub y Garth se han convencido de que son inútiles, pero cuando le dan a Walter algo en qué creer, él también les da esperanza: «La película trata de dos viejos que regresan a Texas para morir. Sin embargo, hacen un esfuerzo increíble por el chico. Le cambian y él les cambia a ellos, persuadiéndoles de que aún sirven para algo en la vida. Eso es lo maravilloso de la historia».
Cuando el director y guionista Tim McCanlies vio a Haley Joel Osment en El sexto sentido, supo que era perfecto para el papel de Walter. La productora ejecutiva Karen Loop, del equipo de David Kirschner, presentó el proyecto al agente de Osment, que a su vez se lo pasó al padre del actor. Padre e hijo leyeron el guión y decidieron firmar.
Para McCanlies, Osment es un actor que comprende rápidamente todos las matices: «Cree que el único que conoce el guión mejor que yo es Haley. Se sabe los diálogos de los otros actores y está familiarizado con todos los detalles. Es impresionante».
El director recuerda la transmisión de la gala de los Oscars donde vio a Michael Caine y Haley hablando en la famosa alfombra roja. Fue el año en que competían por el premio al mejor actor de reparto (Caine por Las normas de la casa de la sidra y Osment por El sexto sentido). «Acababa de terminar el guión de Secondhand Lions y allí veía a Michael Caine – tan grande – y al joven Haley – tan pequeño – y tuve la premonición de que iba a ser mi reparto».
El productor David Kirschner también vio la gala el mismo año y se fijó en el momento en que Michael Caine aceptó el premio y en su discurso mencionó el increíble talento de Haley Joel Osment. «Fuimos muy afortunados en poder contar con los dos para la película», comenta Kirschner.
Caine leyó el guión cuando lo vio a la cabeza de una lista de «Los diez mejores guiones nunca rodados». «Es un guión maravilloso», afirma el actor. «Cuando hablé con Tim por primera vez acerca de la película su mayor preocupación era que Haley se hiciera mayor antes de que consiguiera financiar la película».
Cuando Caine y Osment ya estaban a bordo del proyecto, los productores enviaron el guión a Robert Duvall. McCanlies señala que Duvall siempre había sido uno de sus actores preferidos: «Es una especie de patrón del estado de Texas, con películas como Gracias y favores, Apocalipsis now, El padrino y Matar a un ruiseñor. Siempre ha encabezado mi lista particular. Llamó el lunes después de recibir el guión y me dijo ‘cuenta conmigo’. Poco después fijamos la fecha para iniciar el rodaje».
Scott Ross – fundador y consejero delegado de Digital Domain – David Kirschner y Corey Sienaga llevaban años hablando de colaborar en el proyecto. A Kirschner le gustan las películas para toda la familia, especialmente las que tienen toques de fantasía, aunque Secondhand Lions tiene muy pocos trucos visuales.
Aunque Scott Ross y Kevin Cooper – responsable de desarrollo de largometrajes en Digital Domain – forman parte de una gran empresa de efectos visuales, invirtieron en el proyecto porque simplemente se enamoraron de él. «Como productores», explica Ross, «pensábamos que espectadores de todo el mundo estarían encantados de ver una película como ésta, con capacidad para tocarles en el alma».
Tim McCanlies cree que Secondhand Lions no encaja en una sola categoría. Mientras que los espectadores de la edad de Walter se identificarán con él, la película también tiene muchos atractivos para los adultos: «Parece que cuando un joven protagoniza una película ambientada en el pasado los adultos reconocen su propia infancia en ese periodo. En ese aspecto se parece un poco a Cuenta conmigo, una de las grandes películas sobre jóvenes al borde de la madurez. Comprendemos las lecciones que aprenden los chicos porque se desarrollan es una época más temprana y quizás más inocente y sencilla».
El director explica que el filme exigía tres distintos aspectos visuales: «Tenía que rodarse en Texas porque está ambientado en ese estado; la parte central de la película transmite una imagen cálida y nostálgica de las granjas y llanuras del centro de Texas. El principio y el final son casi como el tiempo actual y tienen un aspecto moderno, de color azul. Y cuando Garth cuenta las historias de la juventud de los tíos las imágenes relucen con el technicolor de las Mil y una noches y tienen grandiosos movimientos de cámara».
El director de fotografía Jack N. Green, cuyos trabajos anteriores incluyen Sin perdón, de Clint Eastwood, atribuye la exitosa fusión de ideas al tiempo que pasó con McCanlies antes de empezar la producción: «Hablábamos del aspecto emocional del rodaje en lugar del aspecto visual. Cuando comenzamos a filmar ya tenía fijados los distintos niveles de emoción de cada escena, lo cual facilitó enormemente la creación visual. Partimos de la confianza mutua y para mí fue un honor ayudar a plasmar la maravillosa y conmovedora historia de Tim».
El rodaje, de 53 días, se desarrollo principalmente en el condado de Pflugerville, una zona rural al norte de Austin (Texas). La pelea entre Hub y una pandilla de «duros» se rodó en la Cele General Store, a poca distancia en coche de la vieja granja que servía de casa de Garth y Hub, mientras que el molino de Coupland hizo las veces del almacén de pienso. Las secuencias de los recuerdos, que dan la impresión de desarrollarse en el norte de África, fueron filmadas en Austin y otros lugares cercanos en localizaciones encontradas por el jefe de localizaciones Robbie Friedmann con la ayuda de la Comisión de Cine de Texas. La escena del mercado fue rodada en la Symphony Square, del centro de Austin, mientras que la secuencia de la Legión se filmó en una cantera semiabandonada en las afueras de la ciudad. Algunas secuencias de interiores fueron rodadas en hangares convertidos en platós en el aeropuerto de Austin.
Uno de los elementos más entretenidos de la producción fue la gran cantidad de animales implicados. Las empresas Gary Gero’s Birds y Animals Unlimited se dedicaron a cuidarlos y amaestrarlos bajo la supervisión de la coordinadora de animales Stacy Gunderson. La empresa de Gunderson – Birds and Animals Unlimited (B.A.U.) lleva más de treinta años proporcionando animales para producciones de cine, televisión y publicidad, y siempre ha estado a la vanguardia en lo que concierne a la seguridad y cuidado de los animales utilizados en la industria del entretenimiento. Gunderson fue amaestradora jefe en Aventuras en Alaska y Zeus & Roxanne y ha participado como adiestradora en producciones como Inspector Gadget, Dr. Dolittle, El libro de la selva II y De vuelta a casa II. Estudió adiestramiento y gestión de animales exóticos en el Moorpark College y después trabajó en el espectáculo de animales de los Estudios Universal.
Lo primero fue reunir a los perros de distintas razas y tamaños que viven con Hub y Garth. Según el director, estos perros tenían que actuar como los tíos, en el sentido de que reciben a Walter como un extraño pero después le dejan entrar en su mundo. Durante el rodaje utilizaron cinco perros callejeros y otros cinco amaestrados que han trabajado en películas como Sweet Home Alabama, O Brother, Zeus & Roxanne y Dr. Dolittle 2.
Los cuatro cerdos pesaban alrededor de 100 kilos y cada uno tenía un talento especial como tumbarse o ponerse a correr según las órdenes del amaestrador. Sin embargo, Kyra Sedgwick recuerda una escena en que el cerdo no quería obedecer: «Se levantaba cuando no tenía que hacerlo y después de seis o siete tomas trajeron a otro. El nuevo lo hizo perfectamente y a partir de ese momento sólo trabajé con él».
Los leones son propiedad de Brian McMillan, que dejó su Inglaterra natal para ir a Estados Unidos como componente del Circo Ringling. En Hollywood encontró otra carrera y decidió establecerse allí. Una escena de la película exigía que el león se comportara de forma agresiva con uno de los personajes. McMillan sustituyó al actor en esta secuencia en la que el león le derriba y empieza a pelear con él. «A los leones les encanta luchar», explica McMillan. «Si te conocen son capaces de sujetarte con la boca sin hacerte daño porque saben que estás jugando. Sin embargo, las garras te rasgan la ropa, estén jugando o no. Mientras rodábamos la escena estuve pensando en cuántos cambios de ropa tendría que hacer porque casi toda se quedó hecha trizas».
Tres leones africanos de entre 80 y 100 kilos fueron utilizados para el papel de la leona Jasmine. La leona principal era Pasha, de dos años y medio, y tuvo el apoyo de Torig, de la misma edad, y de un macho llamado Kenya, de tres años. Los leones, que viven actualmente en California, hicieron su debut en Secondhand Lions.
«Elegimos leones jóvenes porque aún es posible amaestrarlos y están más dispuestos a jugar», explica Tim McCanlies. «Como la leona de la película fue rechazada por el zoo, los tíos la consideran como ‘de segunda mano’. En eso se parece a los dos hermanos, que están bastante ‘gastados'».
McMillan comenta que los leones ya estaban acostumbrados al ambiente de un rodaje: «En California hicimos un entrenamiento especial para que se acostumbraran al equipo y al ruido que puede haber. También trabajamos con perros y otros animales que aparecen en el rodaje. Sin embargo, no recomiendo que te acerques sin ser presentado. Si trabajan con un actor en particular siempre ensayamos un tiempo con él y los leones para que se acostumbren».
El único animal de la película que no es residente en California es la jirafa Kelsey, procedente de Texas. Fue su primera película y celebró el exitoso rodaje de su escena con un festín de zanahorias.
Tim McCanlies colaboró con el diseñador de producción David Bomba (Clan Ya-Ya) a fin de plasmar su visión en las localizaciones y decorados. Bomba empezó estableciendo puntos de referencia para la granja de 1962 y para las secuencias de los recuerdos. Para estas escenas fantásticas se inspiró en los dibujos de Maxwell Parrish para libros infantiles y en el cuadro de John Singer Sargent «Fume de Ambergris» en el que se ve a una mujer debajo de un arco árabe.
Para la casa de los hermanos se puso a buscar un edificio aislado que pareciera «un viejo dinosaurio en medio de un paisaje árido» con el fin de expresar el deseo de los hermanos de volver a casa para morir. Encontró una casa en una colina con vistas a unas lejanas llanuras y a un lago más cercano. La familia que vivía en esta casa permitió al equipo ocupar su propiedad con la condición de que al terminar lo dejaron como estaba. «Fui con el director de arte John Jensen y hablamos de porches y puertas y cómo debería ser presentada en general», recuerda Bomba. «Tardamos seis semanas en transformar la casa. Añadimos un porche y una torre y cambiamos de lugar la entrada. Después, con la ayuda del decorador Jim Ferrell, deterioramos todos los materiales nuevos que habíamos usado».
Secondhand Lions es la segunda película en la que Bomba trabaja con el diseñador de vestuario Gary Jones, siendo la primera de ellas Clan Ya-Ya. «Creo que tenemos una sensibilidad parecida con respecto al diseño», señala Bomba. «Intercambiamos descubrimientos e ideas, hablamos de color y creo que nos complementamos».
Tim McCanlies animó al diseñador del vestuario a consultar cuadros y cuentos clásicos, sin sentirse obligado a aferrarse al cien por cien a la realidad histórica. Las decisiones acerca de cómo vestir a los actores principales procedieron directamente del guión al que Jones califica de «maravilloso». El vestuario de los dos hermanos se basó en las indicaciones del guión y en la ropa que podrían haber conservado de sus aventuras, según la imaginaba Gary Jones. Robert Duvall lleva en una escena lleva una camisa de dormir de estilo árabe y para Jones el pasado de los hermanos les hizo muy interesantes en términos del vestuario.
El vestuario del joven Walter demuestra, según Jones, que «por muy inepta que sea su madre, quiere que su hijo tenga la mejor imagen posible. Pero a veces no le sale bien así que tiene ropa muy variada. A veces le queda bien y otras veces casi ni le entra. Durante el verano con sus tíos vemos cómo crece y cómo la ropa se le queda pequeña. En general, el vestuario es el resultado de la colaboración del diseñador, el director, el diseñador de producción y el actor. No es cuestión de una elección fija sino de sugerir algo, en este caso la inocencia del personaje de Haley».
Kyra Sedgwick opina que Secondhand Lions es una película clásica. «Mientras que para Walter es un proceso de maduración, para el público supone un mensaje universal de lo que significa ser humano y dejar que alguien entre en tu vida y que le abras el corazón».
Nicky Katt, que interpreta al grosero novio de Mae, ya era un admirador del trabajo de Tim McCanlies tras haber visto Dancer, Texas población 81 y El gigante de hierro y reconoció «la mano única» del cineasta en el guión de Secondhand Lions. «No intenta impresionar con escenas muy obvias», explica el actor. «Más bien crea una historia conmovedora sobre lo que significa convertirse en hombre que quedará grabada en la mente del espectador».
El productor David Kirschner cree que Secondhand Lions es una película con la que se identificarán espectadores de todas las edades: «Lo que me atrajo del guión fue el tema de la necesidad de los jóvenes de tener un modelo de conducta. Walter no tiene ningún modelo a seguir en su vida pero de repente entran en su vida estos dos hombres que tienen tanto honor y virtud que parecen pertenecer a otra época».
Este tema central es reiterado por la productora Corey Sienaga, que opina que el corazón de la película se encuentra en lo que los tíos enseñan a Walter sobre la vida y lo que ellos a su vez reciben de su sobrino: «Le dan las mismas cosas que te da cualquier persona que te quiere, sean tus padres, tíos, amigos o abuelos. Alguien que cree en ti y te recuerda que eres una persona especial, que vales la pena. Al final la película trata de creer en uno mismo y nos recuerda que tenemos que creer en las buenas cualidades de los demás, incluso en tiempos difíciles».