La energía, las comunicaciones y el saneamiento no se encuentran de moento operativos. Los hospitales han terminado la evacuación. Miembros de la Cruz Roja en Alabama, Mississippi, Luisiana, Tejas, Tennessee, Arkansas, Florida, Missouri y Georgia están proporcionando cuidado y atenciones a casi 100.000 evacuados. El Astrodome de Houston está dando cobijo a unas 20.000 personas. Los funcionarios de la Sanidad hacen referencia a potenciales brotes de enfermedades, aunque de momento no se están produciendo. Existen, sin embargo, varios riesgos sanitarios asociados a la actual situación. La falta de abastecimiento de agua y los sistemas de alcantarillado inutilizados plantean un serio riesgo de enfermedades diarreicas y gastrointestinales.
Además se ha detectado un aumento en la población de mosquitos que podía causar brotes de enfermedades virales tales como virus del oeste del Nilo y varias formas de encefalitis. La leptospirosis se puede contraer a través de las aguas contaminadas por la orina animal y los animales desplazados pueden ser portadores de rabia. El envenenamiento por monóxido de carbono es otro riesgo en áreas afectadas.
La salud mental tambié puede verse afectada, pues la tensión (stress) y la depresión son estados comunes entre los supervivientes de la tormenta. La Hepatitis A, el cólera y el tifus son enfermedades que no son habituales en el área del golfo por lo que incluso en las condiciones extremas creadas no se consideran como enfermedades potenciales.
Declaración de la FDA sobre el huracán (seguridad alimentaria):
http://www.fda.gov/bbs/topics/NEWS/2005/NEW01224.html (Inglés)
Centro de Control y Prevencion de Enfermedades (Actuación en caso de Huracanes):
http://www.bt.cdc.gov/disasters/hurricanes/espanol/ (Español -opc. otros idiomas-)
Normas Básicas de Obligado Cumplimiento para las personas atrapadas en áreas afectadas:
Asegurarse una fuente de agua potable segura.
Beber agua embotellada o agua hervida -min. 3 minutos- Las bebidas enlatadas tambien son seguras (refrescos, etc.).
Asegurarse que la bebida le provea de suficiente líquido como para prevenir la deshidratación (EVITE EL ALCOHOL).
Los niños son especialmente vulnerables la deshidratación.
Asegúrese de seguir un programa de vacunación rutinario prestando especial atención a la fecha de caducidad de las del tétanos y el sarampión.
Higiene.
Lavese las manos con jabón regularmente prestando especial atención a los cortes de la piel y heridas. Trate las infecciones cutáneas lo antes posible.
Evite las zonas inundadas y el agua estancada.
Si tiene que vadear una zona inundada, cubra todos los cortes y erosiones que tenga para protegerlos del contacto con el agua.
Lleve ropa protectora y calzado resistente y lávese bien después de salir del área inundada.
Reduzca al mínimo el tiempo de contacto con el agua estancada.
Utilice repelentes de insectos con DEET.
Los adultos y los niños de más de dos meses de la edad pueden utilizar preparados con hasta un 35% de DEET – cuanto más alta es la concentración, más tiempo dura.
Para prevenir el envenenamiento de monóxido de carbono, no haga fuego con carbón de leña o gas en recintos cerrados. Especial atención a garajes y chimeneas: procure que exista una ventilación adecuada. Si utiliza máquinas de agua a presión con temperatura para limpieza recuerde que también emiten monóxido de carbono como consecuencia de la combustión.
Tratamiento Psicológico:
Si no consigue reponerse a estados de depresión o tristeza, no se derrumbe y busque ayuda.
El personal desplazado para ayudar en la zona debe someterse a un análisis psicológico antes del despliegue, ya que puede no estar suficientemente preparado para las situaciones (personal y humanas) con que va a encontrarse en las zonas afectadas.
Además de lo anterior:
Asegúrese de que las vacunas incluyendo tétanos, la difteria y el sarampión no están caducadas.
La vacuna de la hepatitis B se debe considerar para el personal civil y sanitario en contacto con pacientes directos o sus fluidos.