Entonces emplearon esa energía en cultivarse, leer, estudiar, capacitarse, agregando a su bagaje un sentido solidario aprendido de sus mayores: La ayuda mutua de vecinos para que aunaban sus esfuerzos para conseguir la luz, el asfalto, una escuela, un hospital, etc. y estos hijos y nietos devenidos en profesionales – la mayoría son médicos, abogados gerentes de venta, asesores, políticos, periodistas etc – convirtieron su profesión en una vocación de servicio pero que olvidaron demasiado rápidamente y la brecha con los pobres, los de abajo, se fue agrandando. Y estos últimos al no tener una familia capaz de solventar una carrera, siguieron produciendo pobres, que por no tener acceso a ua cultura que no fuera la del trabajo se fueron distanciando intelectualmente de sus compañeros de escuela. Y mientras la clase media puede «interpretar» la realidad, la clase baja la sufre. Es verdad que muchas veces equivocó el camino y ayudó a construir una sociedad más injusta donde él era el más perjudicado pero por su falta de formación era y es más propenso a equivocarse ya que es fácil presa de los demagogos. Por eso su culpa tiene atenuantes. Entonces esa minoría «esclarecida» que se siente perjudicada por esos errores – el voto, vamos- los atacan y segregan, de la misma manera que los poderosos los tratan a ellos (y al resto)
En por lo menos los últimos 50 años ese roce fue creciendo e hizo olvidar la primaria vocación de servicio, sustituyéndola por el sálvese quien pueda. Y al faltar la solidaridad se cae en una sociedad salvaje que tritura los valores auténticos que debe tener un país que pretende ser próspero, justo, capaz. Por eso para lograr un cambio positivo hay que retroceder, en el corazón y la memoria. Ayudar, aún con el riesgo de no ser comprendido. Dejar esa actitud reaccionaria que solo provoca enfrentamientos y perjudica siempre a los más débiles.
Si Ud. Tuvo la posibilidad de tener un panorama más amplio, de ser un poco más culto, no baje al nivel de la revancha, sea más sabio y déjela pasar. Que si la lucha es de todos tal vez logremos un mundo mejor. Después de todo quién puede arrojar la primera piedra contra algo?
La frase de hoy es:»Aconsejar economía a los pobres es grotesco e insultante. Es como aconsejar que coma menos al que se está muriendo de hambre» Oscar Wilde
PEDRO MIRIGLIANO