No obstante, la fobia de Amy no impide que todos se diviertan. El champán fluye libremente. Unas cuantas horas después de salir a la mar, el grupo echa el ancla cerca de un arrecife espectacular. El sol es abrasador, y deciden bañarse. únicamente DAN y AMY se quedan a bordo, para que Amy pueda cuidar de su bebé.
Como si se tratara de un capricho, DAN intenta enfrentar a Amy con su miedo lanzándola literalmente al agua. él se tira después uniéndose al resto del grupo. Pero lo que comenzó como una broma, pronto se convierte en un fatídico error ya que descubren que se les ha olvidado echar la escalerilla antes de saltar al agua.
Un impetuoso intento por trepar por el casco con un cuchillo de buceador acaba en un amenazador accidente cuando durante el intento, DAN casi mata a ZACH. La tensión entre los amigos crece mientras esperan a ser rescatados.
Desgraciadamente, la ayuda desde tierra no parece materializarse, y los barcos pasan de largo. Hora tras hora van a la deriva en el agua, mientras el paraíso tropical con sus magníficos arrecifes y agua cristalina amenaza con convertirse en su aguada sepultura. Pero la gravedad de la situación toca su punto más alto cuando oyen llorar a Sara que se encuentra a bordo.
A LA DERIVA es una carrera dramática contra el tiempo con un final escalofriante.
Notas de Produccion:
Tras pasar cinco años en Hollywood desarrollando varios proyectos de largometrajes, el renombrado director de anuncios publicitarios Hans Horn decidió volver a Alemania en 2004. Desilusionado por la paralización de varios de sus proyectos, Horn comienza a buscar una idea atractiva y a la vez comercial que tenga un éxito asegurado.
El fenomenal éxito de OPEN WATER animó aún más a Horn con su thriller marinero. “Si una película que trata de dos personas balanceándose arriba y abajo en el océano, y que son atacados por unos tiburones se convirtió en un autentico éxito, las posibilidades para mi película eran mejores que nunca,” dijo Horn. Su instinto era bueno. Se dirigió a su amigo y productor Dan Maag. El dúo andaba buscando un buen proyecto desde hacía años, y lo encontraron en A LA DERIVA.
Unas cuantas semanas después, los guionistas Dave Mitchell y Adam Kreutner comenzaron a trabajar juntos en el guión que originalmente se tituló GODSPEED. Mitchel y Kreutner habían escrito anteriormente la primera película internacional de Orange Pictures, DEADFISH, una comedia negra con Gary Oldman, Robert Carlyle y Billy Zane.
Los cineastas consiguieron una financiación de bajo presupuesto a través del Film Fernseh Fonds Bayern (fondo para la producción) así como del distribuidor alemán y coproductor, Universum Film. Thomas Häberle de Shotgun Pictures y Peter Rommel de Peter Rommel Productions se convirtieron en socios adicionales.
Encontrar el yate más apropiado se convirtió en un gran reto. El barco debía tener la altura y la forma apropiadas, y no bastaba una escalerilla externa cualquiera. Finalmente, el equipo encontró el yate ideal. Sin embargo, les costó convencer al cauteloso dueño, que inicialmente se mostró reacio a dejar su preciado yate en manos de un equipo de producción.
Manteniendo la línea de los thrillers clásicos, A LA DERIVA contiene miedos fundamentales y universales. Como tal, tenían claro desde un principio que la película sería rodada en inglés y diseñada para un amplio mercado internacional.
La película acabada es un testamento de la implacable dedicación del dotado equipo de actores y de producción. Como dice Dan Maag, “Nos encontramos todos en un punto muy similar de nuestras carreras…todos hemos alcanzado algo, sin embargo, queremos ir más lejos. Todos éramos conscientes del hecho de que esta película es realmente algo especial.”
NOTAS DEL DIRECTOR
Mi esposa Tina fue la que originalmente me contó el suceso real que sirvió como base para A LA DERIVA. No podía creer como el destino había traicionado a estos seis amigos.
Al principio, pensé que la idea era tan comercial y atractiva, que encontraría fácilmente al productor de la misma. Intenté convencer a mi agente y manager de Los Angeles de que A LA DERIVA sería un thriller perfecto. Pero esa fue una labor realmente dura. A todo el mundo le gustaba la idea, sin embargo, no pensaban que la historia aguantaría 90 minutos.
Tres semanas más tarde, vi el trailer de OPEN WATER en el Fantasy Film Festival en Munich. Estaba conmocionado. Dos buceadores se balancean arriba y abajo en el agua y son comidos por unos tiburones, y todo Hollywood se enamora de la película. El trailer añadió un poco de carburante al fuego de mi proyecto naciente. Absorbido por la emoción, abandoné la sala del cine, e inmediatamente me reuní con mi productor Dan Maag en una barbacoa junto a nuestros hijos. Le conté mi idea.
Nueve meses después de oír la historia de boca de mi mujer, comenzamos la preproducción en Malta. Tres meses después, teníamos cerrado el rodaje de A LA DERIVA. Y únicamente dieciocho meses después de que comenzara mi viaje, A LA DERIVA estaba vendida a distribuidores de todo el mundo.
El motivo principal de este éxito parece que reside en la simplicidad de la historia, y en la universalidad del miedo esencial que evoca. Estos dos elementos guiaron mi acercamiento creativo a la película.
Durante nuestras reuniones iniciales, quedaba claro que seríamos un equipo “a prueba de agua”. Nos planteamos transmitir esta simple idea de la forma más interesante y conmovedora. El formato cinemascope de pantalla amplia abriría más el fotograma, permitiéndonos ver la infinita amplitud del océano, ubicándonos en el mismo lugar de los protagonistas que se sienten tragados por su entorno. Asimismo, el grano del 16mm suponía una ventaja para mí. La sensación granulosa realzó en gran medida el efecto psicológico de la película. En algunas escenas, añadimos más grano para aumentar el efecto. En las escenas dramáticas clave y en las de acción, usamos efectos de obturación combinados con movimientos de cámara discordantes para maximizar el impacto emocional. Evité la estilización simplemente porque tomé una decisión deliberada de que cada secuencia importante tuviera su propio estilo de encuadre para distinguirse la una de la otra.
CONCEPTO VISUAL Y EFECTOS IN-CAMERA
El concepto visual de A LA DERIVA fue el resultado del deseo de sumergir al público en la historia – hacer del espectador el séptimo personaje dentro del agua.
Para poder cumplir con estos requisitos, la película se diseñó con un estilo muy dinámico. Gran parte de las escenas de acción se rodaron cámara en mano, para poder transmitir un sentimiento de inmediatez y franqueza. Pero como el 80% de la película transcurre en el agua, debíamos cuestionarnos cómo manejar una cámara dinámica dentro del agua. Después de varias pruebas, el equipo decidió ubicar la cámara en una caja submarina atada a dos “boggie boards”. Esta técnica permitió a los operarios utilizar el movimiento natural de las olas como dinamismo de la cámara, o estabilizando la imagen anulando la ola añadiendo peso adicional. Para presentar al espectador la experiencia de ahogarse de primera mano, la cámara tenía que ser sumergida en algunas escenas.
Este difícil proceso mereció la pena ya que abrió nuevas posibilidades visuales. Por ejemplo, muchas escenas fueron rodadas como tomas largas sin cortes, ya que en una única toma con el formato de pantalla amplia, se podía conseguir mayor información. El espectador tiene asimismo la posibilidad de elegir lo que quiere ver. Este punto de vista subjetivo convierte al espectador en parte del grupo, atrapado, yendo a la deriva.
Un ejemplo perfecto es la escena crucial en donde Amy es lanzada al agua. El momento de su caída fue rodada con un obturador de 22.5º, que casi elimina el desenfoque normal del movimiento. Debido a la variación del obturador, la imagen se mantiene nítida y al mismo tiempo mantiene ese movimiento de cámara extraordinariamente dinámico. Este método de rodaje subrayó el sentimiento de pánico y de pavor de Amy.
El momento en que su cuerpo vuela por los aires y cae al agua se alargó con una cámara lenta extrema, para que resultara lo más dramático posible. La siguiente secuencia en la que Amy se encuentra tumbada sobre el agua, paralizada por el pánico, fue pensada como una experiencia subjetiva para el espectador. Su parálisis debía ilustrarse con imágenes muy estáticas. Por ello, atamos la cámara al cuerpo de la actriz. En el fotograma, el fondo de la imagen se mueve de forma normal mientras Amy permanece quieta y en la misma posición.
Además, toda la escena fue rodada con película positiva y revelada como si fuera negativo normal. El subrevelado dio un aspecto surrealista modificando el color y el contraste de la escena original.
Se usaron flashbacks cortos para representar el pasado doloroso de Amy. Para distinguir estas secuencias del resto de la película, estas partes se expusieron en película de alta velocidad a 18 fotogramas por segundo. Finalmente, la película se sometió a un revelado forzado hasta en dos puntos para alcanzar el aspecto granulado del Súper 8.
Finalmente, podemos resumir A LA DERIVA como una historia escalofriante con personajes comprometidos emocionalmente. El estilo visual único de la película fue una parte esencial que permitió transmitir esa visión a la gran pantalla.
DISEñO DE PRODUCCION
Los encargados de las localizaciones en Malta tenían como tarea encontrar regiones costeras que encajaran con las costas mexicanas. Para completar la ilusión, se colocaron señales de tráfico mexicanas y otros elementos similares en los lugares de rodaje.
DISEñO DE VESTUARIO
Irónicamente, el reto para la diseñadora de vestuario Kissi Baumann era simplemente que no había mucho vestuario. La clave era establecer a los seis personajes de una forma inconfundible desde el principio de la película.
El director Han Horn y la diseñadora de vestuario Kissi Baumann querían mantener la paleta de colores lo más simple posible. únicamente se utilizaron unos cuantos colores diferentes y accesorios. Se entendía como un principio importante, que la elección del vestuario y los colores nunca debían distraer al espectador del drama de la historia o de sus personajes.