JOSH POLLACK (Justin Timberlake), un ingenuo y bromista reportero, presencia la declaración de Isaiah y ve que cómo le da las gracias a Deed tras el interrogatorio. Cuando Pollack le pregunta a Deed al respecto, Lazerov interrumpe bruscamente la entrevista. Convencido del engaño que está descubriendo, Pollack intensifica su investigación pero su jefe, MOSES ASHFORD (Morgan Freeman), un corresponsal jubilado ganador de un Pulitzer, le recrimina que su historia no se sostiene por ningún lado y le despide.
Pollack suplica la readmisión y prosigue con la investigación a pesar de las advertencias de Ashford. El periodista va a la cárcel a entrevistar a Isaiah y le cuenta que su madre ha sufrido un infarto y está en el hospital. Con la esperanza de poder volver a ver a su madre, Isaiah le confiesa a Pollack la verdad acerca de lo que sucedió en la guarida de los delincuentes. Pollack y Ashford informan al fiscal del distrito y a su detective, LEVON WALLACE (Kevin Spacey), acerca de lo que han descubierto. Al día siguiente, Isaiah recibe una puñalada mortal de quienes parecen ser agentes de la FRAT. Al caer la noche, en el bar donde resulta que también está Pollack, Deed le pide matrimonio a su novia María en medio de la pista de baile. En un instante, los ojos de ellos se entrecruzan y se reconocen mutuamente. Inmediatamente, Pollack abandona el local con su novia Willow.
Salen a la calle. Al cabo de unos instantes, Lazerov y sus hombres les salen al paso desde la oscuridad y les atacan. Les propinan una severa paliza. Deed, que no estaba lejos, oye la reyerta y decide acudir al rescate. Pollack está vivo, aunque muy malherido, mientras que Willow ha quedado en coma. Tras el aviso de Deed, Ashford se da cuenta de que Pollack no está seguro en la ciudad y le traslada a la casa de campo de Wallace.
Colaborando con Wallace, Ashford descubre que el CAPITáN BERNARD TILMAN (John Heard), jefe de la FRAT, es el centro de esta corruptela y que existen suficientes pruebas para que el FBI tome medidas duras al respecto. Por su parte, Lazerov da con el paradero campestre de Pollack, pero éste logra escapar antes de que el policía tenga oportunidad de atacarle. Para rizar el rizo, Pollack le quema el coche a Lazerov.
Tilman reprueba a Lazerov su conducta imprudente. En este punto es cuando realmente se ve lo descontrolado que está Lazerov, quien descubre que Deed está colaborando con el grupo de investigación y se enfrenta duramente a él. La pugna llega a su punto máximo cuando Lazerov desenfunda su pistola y apunta a Deed. Pero antes de darle tiempo a disparar, Tilman se anticipa y mata al enloquecido policía.
Tilman convierte a Lazerov en el chivo expiatorio y ordena a Deed que mate a Pollack, pero el joven es incapaz de hacer algo así. En su lugar, entra en los despachos de la FRAT y copia archivos que incriminan a Tilman para entregarlos a Pollack. Deed volverá a encontrarse defendiendo a Pollack de los agentes del FRAT que le ha enviado Tilman. Durante el tiroteo final, Deed persigue a Tilman y logra acabar con él. Pollack se convierte finalmente en un auténtico reportero con la publicación de una historia que destapa la corrupción de la FRAT y reconoce los heroicos esfuerzos de Deed, quien deja el cuerpo de policía para vivir pacíficamente con su futura esposa.