Este nuevo hallazgo resulta de importancia pues, además de abolir la teoría de filtraciones subterráneas lentas, abre la posibilidad de evaluar la existencia de vida bajo los glaciares, desafío que -entre otras conclusiones- podría acercar a la ciencia a nuevas teorías acerca de vida en otros planetas. Los investigadores de las universidades británicas, que encabezaron la misión, iniciaron las pesquisas evaluando pequeños cambios de elevación en capas de hielo continental. Se sumó al estudio información precisa emitida desde el satélite ERS-2, perteneciente a la Agencia Espacial Europea, el que proveyó datos que certificarían finalmente la existencia de lagos y ríos subterráneos en actividad.
Los resultados de esta expedición, publicados en la revista Nature, desprenden que existen ríos que a su vez se conectan a lagos subglaciares de los que ya hay más de 150 de su tipo, bolsas de agua que pueden alcanzar los 250 kilómetros de largo, 40 de ancho y 400 metros de profundidad, características que tiene el denominado Lago Vostok. La investigación se ha trazado como nuevo objetivo perforar el manto glaciar a fin de obtener muestras subterráneas para verificar si existe vida microbiológica bajo el Continente Blanco, una misión que ya tiene comprometidas a las agencias Nasa, de Estados Unidos, y la Academia de las Ciencias, de Rusia.
Se unirán a los proyectos de estudio en la Antártica 14 universidades británicas, además de especialistas chilenos, estadounidenses, suecos, belgas, alemanes y neocelandeses. El hallazgo de los científicos británicos pone de manifiesto nuevas teorías respecto a la formación de lagos bajo territorio gélido, desmintiendo la tesis de formación de depósitos de agua sin contacto con la atmósfera en millones de años y la filtración lenta que existiría bajo el hielo.
De nuestra sección: TodoChile