Miró ha querido con su colección dirigir nuestras miradas hacia el artista Alexander Calder, todo originalidad, quién definió un nuevo concepto de volumen sin masa e incorporó el movimiento en función de las corrientes de aire y el tiempo en el arte. El creador catalán introduce una nueva variante en este ejercicio de las formas: la conciencia globalizada del pensamiento hacia el sistema ecológico.
Así, el blanco se degrada en su propuesta para el hombre en toda la escala de tonalidades hasta llegar al gris, combinándose con una paleta de azules destacando el marino con pequeñas pinceladas en amarillo. Se trata de un hombre muy armónico que viste en algodones, nylon y piqué; contrastando con una mujer sofisticada que porta vestidos más elaborados confeccionados con hasta 2.000 placas de vinilo.
En definitiva, Antonio Miró ha intentado ser original respetando unas formas y volúmenes que denotan libertad, simetría y pureza, a la vez que nos transporta a un pasado nostálgico en cierta manera “pop”, donde lo abstracto adquiere la categoría de armónico y de creatividad en movimiento.
Gema Castellano
ANTONIO MIRó: UNA COLECCIóN OTOñO-INVIERNO 2006-07 INSPIRADA EN LA DANZA