Nosotros somos los culpables del desastre que se avecina según el gurú del cambio climático: Al Gore; brillante premio Príncipe de Asturias que aprovechará sus estancia en España para engordar su cuenta corriente a costa de los “primos” que se acercarán a escuchar sus premoniciones; las mismas publicadas en las mejores revistas de ciencia desde hace decenas de años y que el yanqui ha aprovechado para resumirlas en un video catastrófico.
Curioso que el aspirante a la Casa Blanca no se preocupara tanto por el medio ambiente cuando se presentó a las presidenciales y sí lo haga ahora; supongo que algo tendrán que ver los doscientos mil euros del ala que se lleva cada vez que ofrece un seminario; ilusionante para los crédulos.
A mí no me cae mal el demócrata, parece un tipo campechano y sus tesis son bien acogidas por los socialistas de la casa, quienes se van a gastar una pasta, de todos nosotros, en distribuir el video en todos los colegios españoles. No obstante una salvedad: los demócratas yanquis son más o menos la derecha liberal americana y los socialistas españoles, supongo, son centro izquierda. Al tajo, ¿qué tiene que ver la derecha yanqui con la izquierda española?, nada. Da igual, el caso es estar radicalmente en contra de lo que dicen los del lado contrario. Si para Rajoy el cambio climático no es importante “aquí y ahora” (base del budismo zen) para Zapatero será la base del ataque personal para atraerse a los jóvenes, los verdes y los crédulos; flaco favor ha hecho Rajoy a su partido por hacer caso a su primo, a quien leyó a través de los periódicos y debería haber llamado para asegurarse del tie! mpo que hará mañana en Sevilla. Seguramente manifestaciones sacadas de contexto por intereses propios.
Yo no soy adivino, ni científico de la cosa (la climatología) pero me da que existen muchísimas probabilidades de que mañana haga una temperatura máxima de 19º y mínima de 14º, con más probabilidad de chubascos en Sevilla; las mismas como que dentro de trescientos años el tiempo se haya vuelto del revés por las continuas agresiones de nuestra sociedad de consumo al medio ambiente. Yo no sé lo que ocurrirá dentro de trescientos años pero sí sé lo que está ocurriendo ahora: lo mismo que en cada contienda electoral; cuanto más distraigamos al personal con asuntos ajenos a la cita electoral mejor para que continúen absteniéndose y se repartan el pastel los mismos. El cambio climático les da igual, lo que interesa es que los votantes duros voten a su correspondiente partido; si los demás, por culpa de un inesperado chaparrón se quedan en casa el Día D o se van a la playa porque el tiempo se ha! vuelto loco y brilla un sol de justicia el próximo mes de marzo, mejor.
Francisco Roldán Castro
Pte. de la Asociación Española de Consultores Políticos