2. La violencia de ETA solo genera dolor y rechazo en la inmensa mayoría de la ciudadanía. Es una actividad criminal, éticamente es inadmisible y políticamente estéril. Ni es legítima ni sirve para conseguir objetivos políticos. Por ello procede nuevamente instar a ETA a su disolución y al cese de unas actividades delictivas que rechaza también la inmensa mayoría de su entorno político.
3. Hago votos por encontrar una respuesta conjunta ante este atentado por parte de todos los que rechazamos la violencia. Nada alienta más las actividades terroristas que el enfrentamiento, por su causa, de quienes queremos desterrar para siempre estas conductas de nuestra realidad social y política. Animo por ello a las formaciones políticas a unirse en lo que comparten y pido a la ciudadanía que se sumen a cuantas actividades se convoquen para rechazar este atentado.
Sede del Parlamento Vasco a 1 de diciembre de 2007