El sábado 23 de junio, Alinghi y Emirates Team New Zealand disputarán la primera regata del America’s Cup Match.
MATCH 5 – Emirates Team New Zealand gana a Luna Rossa Challenge – DELTA 00:22
En la presalida, James Spithill hacía valer su derecho de paso al entrar en la caja y obligaba a Dean Barker a orzar y aproar el NZL 92. Ambos barcos permanecían con las proas apuntando al viento durante dos minutos hasta que Barker aprovechaba el espacio entre ambos barcos para hacer caer la proa y marcharse a la derecha. Spithill era capaz de recuperarla 90 segundos antes de la salida y ambos barcos partían en paralelo, amurados a estribor en dirección al lado izquierdo del campo. Luna Rossa viraba hacia la derecha poco después de partir y Emirates Team New Zealand respondía. Ambos barcos se dirigían en ese momento hacia el layline de la derecha, el ITA 94 a sotavento y el NZL 92 media eslora más cerca de la victoria.
Siete minutos después de la salida, Luna Rossa lograba colocar su proa ligeramente por delante en un bordo muy largo hacia la derecha. El role les estaba favoreciendo y navegaban con mejor velocidad respecto a la posición de la boya. La apuesta de los italianos era muy ambiciosa, sólo si lograban suficiente ventaja iban a poder llegar al primer cruce en una posición fuerte. Y exactamente en el minuto 14, Luna Rossa viraba para buscar a Emirates Team New Zealand. Ambos barcos llegaban totalmente igualados y Spithill hacía valer su preferencia de paso para colocarse a barlovento del barco neozelandés. El primer cruce era para el ITA 94, que aprovechaba los escasos 6 metros de ventaja que había obtenido para mantener bajo control al NZL 92.
Ambos barcos hacían un bordo de 180 segundos hacia la izquierda, hasta que Luna Rossa viraba y se marchaba de nuevo a buscar la derecha. Los kiwis, como siempre, respondían y se hacían con un ligero liderazgo. Ahí terminaban todas las oportunidades para el ITA 94 de hacerse con la victoria; ahí quedaba prácticamente sentenciado el final de su participación en la 32ª America’s Cup. Los kiwis se los llevaban al layline de la derecha, los sacaban del campo de regatas y les obligaban a colocarse a barlovento en la última virada antes de la boya. Y, como ocurrió en la regata anterior, Luna Rossa estaba ligeramente por detrás y sometido, perdiendo metros en dirección a la boya.
Los kiwis montaban 20 segundos antes y se marchaban 100 metros. Pero Luna Rossa aún tenía algo que decir. Sabían que los kiwis siempre imitarían sus movimientos y amagaban la primera trasluchada. El NZL 92 completaba la maniobra y se iba hacia la derecha mientras el ITA 94 mantenía su rumbo arañando metros. Pero en cuanto los italianos trasluchaban, los kiwis se marchaban de nuevo tres esloras, que volverían a caer en la siguiente maniobra.
En la empopada, los italianos habían logrado remontar y mantener abiertas sus posibilidades. Los mismos 20 segundos que les separaban en la primera boya, eran los que les diferenciaban en la puerta de sotavento. Ambos barcos montaban por la boya de la derecha ejecutando arriadas perfectas.
Nada más montar, los italianos se iban a buscar la izquierda y los neozelandeses respondían para cubrir cada uno de sus movimientos. Los italianos iniciaban una guerra de viradas en el centro del campo de regatas y, por primera vez en la final, conseguían ir remontando. El NZL 92 hacía valer la preferencia del barco que llega a los cruces por la derecha, pero el ITA 94 parecía cómodo en su posición. En cada virada, lograba recortar diferencias. Estaban luchando por su vida y lo hacían con honor. Pero la segunda mitad de este tramo contra el viento les terminaría de matar. El viento rolaba a derecha y favorecía al barco kiwi. El NZL 92 montaba la boya de barlovento por última vez en esta Louis Vuitton Cup. Luna Rossa lo hacía, una vez más, exactamente 20 segundos después.
Los italianos lo intentaban todo y mantenían la presión hasta el último minuto de la regata. Cada vez que trasluchaban, estaban más cerca de la popa del NZL 92. Pero no lo lograrían. Para poder aspirar a la America’s Cup, primero hay que ganar la Louis Vuitton Cup, y eso es lo que Emirates Team New Zealand ha hecho en Valencia, a 19.000 kilómetros de su Nueva Zelanda natal.