Inspirada en la década de los ’60 y en la nostalgia de los oníricos veranos de Capri, donde la alta sociedad europea paseaba su ‘life style’ a todas las horas del día, la colección de Teresa Helbig no olvida ninguno de los momentos cruciales en los que una mujer debe lucirse a lo largo una jornada rica en presencia social.
El tiempo de un minimalismo que permitía el mismo atuendo para diferentes momentos ha terminado y comienza la era del resurgimiento de los hábitos de vestirse para cada ocasión. Ricas materias primas naturales como gasas, sedas, rasos o tules se mezclan con el tejido fetiche de la diseñadora, el punto de ganchillo; y las pasamanerías metálicas y bordados con cristales ponen el punto más “kich” sbre unos tonos pastel entre los que destacan el malva y los tapiocas, con algunos apuntes metalizados.
Vestidos cortos “baby dolls” de cóctel para el día y largos para la noche que imprimen distinción, lujo y elegancia en una mujer que, con Teresa Helbig, alcanza el “total-look”. Y lo decimos porque, en pasarela, pocas veces vemos un conjunto tan armonioso. A destacar los zapatos, creación de Judith Andic en estrecha colaboración con Teresa Helbib.
La hija de Isaac Andic, propietario y presidente de la firma Mango, ha aprovechado la sinergia que le ofrecía la glamourosa colección de Helbig para presentar su primera colección de calzado, un trabajo impecable que aúna las últimas tendencias con un estilo “vintage” que convence en cualquier ocasión. Plataformas y altísimos tacones en materiales como ante y serpiente para emular el estilo de Grace Kelly o María Callas en sus momentos más sofisticados.
El desfile de Teresa Helbig hizo saltar todas las alertas noticiables; en primer lugar por mérito propio -increíblemente bueno y profesional en el marco de una pasarela que despertaba desconfianza en su primera edición- y en segundo porque comenzó con un rumor en el aire que lo hacía más atractivo si cabe. Woody Allen estaría interesado en utilizar sus diseños para el estilismo de la película que rueda actualmente en Barcelona con Penélope Cruz y Scarlett Johanson como protagonistas.
Los modelos, seis en total, son de la talla 38 y el estilo muy parecido al que “Pe” adopta cuando quiere seducir en las más prestigiosas alfombras rojas. Desde que a Tom Cruise le dio por imaginar que la española era el vivo retrato de Audrey Hepburn -ahora se la compara con Sofía Loren– Penélope explota el “look” de “Desayuno con diamantes” hasta la saciedad, por lo cual, y teniendo en cuenta que, según “Pe”, Allen creó su personaje pensando en ella, quizás sea Penélope quién luzca los fantásticos modelos de Helbig.
La diseñadora catalana, que nada tiene que envidiar a la alta costura francesa, se encuentra en proceso de negociación con unos conocidísimos grandes almacenes parisinos, donde seguramente desde pronto podrán adquirirse sus piezas. También cuenta con tienda propia en Hong-Kong y su internacionalización se prevé imparable tanto por su creatividad como por haber conseguido consolidad una estructura empresarial sólida, capaz de poder hacer frente a la demanda de los mercados mundializados.
Gema Castellano