Y es que este joven diseñador que entró en la “casa británica” revolucionándola después de formarse en Donna Karan durante casi tres años y al lado de Tom Ford en Gucci, con quién colaboró más de cinco años, no tiene la intención de dar tregua a una creatividad que ha conseguido conectar con los estilos de vida de las vanguardias y ‘las gentes’ más ‘chic’. Christopher Bailey devolvió a Burberry la frescura perdida consiguiendo que la tradición de la marca fuera la base y el aval de calidad y prestigio para sus ideas, y ahora firma y creativo forman un tandem difícil de superar.
Bailey ha imaginado una próxima primavera idílica gracias al agua y prepara a la mujer de pies a cabeza para que disfrute del entorno mimetizándose con él. Los colores gravilla, piedra, peltre, azul pizarra, corteza, champiñón, rosa pálido, trench, gris, verde salvia, lila, morado o lavanda, decoran los trench de algodón lavado, las chaquetas y las gabardinas de efecto arrugado, ligeras y desestructuradas; los chaquetones en pitón con efecto floral o brocados en seda, los tres cuartos oversize con estampado check y efecto degradé, los vestidos con ribeteado arrugado con motivos micro florales, las capas o los cárdigans.
Prendas ligeras y sugerentes muy ricas en su elaboración a base de cuadros Burberry vintage, cashmere ultraligero, punto de gasa, bordados madreperla, crespón de seda arrugada, seda de gasa o lino arrugado.
El “look” se complementa con el bolso “The gardener”, la novedad de la temporada, en patchwork de rafia o ribeteado en cocodrilo arrugado; con los bolsos de mano de piel entrelazada en tonos níquel mate y las sandalias entrelazadas con plataforma en piel o en loneta con estampado degradé. Imprescindibles son los gorros de inspiración en la jardinería y la alta bisutería; collares con piezas cuadradas en cocodrilo o con flores metálicas en racimo.
Con música setentera de Slade y Bryan Ferry y ritmo ingles de los ’90 a cargo de Des’ree y los intrépidos The Pogues; Christopher Bailey ha soltado toda su caballería creativa en la pasarela de Milán y de nuevo ha triunfado con una colección muy trabajada pero tremendamente llevable y favorecedora.
Gema Castellano















































