Esta temporada, además de elegir tejidos ecológicos para confeccionar sus prendas –entre los que sobresale el algodón en todas sus versiones, que, unido al vinilo, le permite jugar al contraste de pesos, brillos y texturas–, anima a la mujer a reciclar su propio vestuario.
¿Por qué no reutilizar una prenda de otra temporada?
Modelos asimétricos, drapeados, largas túnicas o prendas extremadamente cortas para vestir a la mujer de superheroína en este mundo de reciclaje coloreado en el que el vestuario, muy cómodo, nunca oprime ni encorseta.
Flores, lunares, degradados y efectos de pintadas a mano adornan las prendas bi/tricolor en las que, en esta ocasión, no abundan los iconos.
Así, y tras el cristal de unas gafas supercómic, las modelos se transforman en heroínas atemporales que salen del papel y completan su total look con coloridos y divertidos complementos plásticos y zapatos de cuña de corcho metalizado mezclados con charoles y cintas de ‘grosgrain’.